El presidente de la Xunta acusa a la Generalitat de haber usado los impuestos de los catalanes para incumplir la ley
11 nov 2014 . Actualizado a las 07:17 h.El presidente de la Xunta y del Partido Popular de Galicia pasó en Barcelona la resaca de la consulta alternativa del 9-N. Invitado por el Círculo de Economía para pronunciar una conferencia dentro del ciclo Conversaciones en el Círculo. La hora de la política, Alberto Núñez Feijoo aterrizó ayer en la Ciudad Condal con un mensaje pretendidamente conciliador bajo el brazo, llamando a «tender puentes» e incluso asegurando que el jefe del Ejecutivo central, Mariano Rajoy, estaría «dispuesto» a dialogar con Artur Mas. No obstante, el dirigente conservador alternó sus buenas palabras con severos reproches al máximo responsable de la Generalitat, a quien calificó de populista y arbitrario, por «utilizar la política sin ley».
El Feijoo combativo afeó a Mas su desatención de funciones, al no haber ejercido como «primer servidor» del Estado en aquella comunidad. Además, recriminó a CiU su «cambio de discurso», a la par que acusó al Gobierno catalán de haber «utilizado los impuestos de los ciudadanos para incumplir las leyes», en alusión a su decisión de financiar con dinero público el proceso participativo del domingo, que el Tribunal Constitucional había ordenado no llevar a efecto. Recordó, asimismo, que cuatro millones de censados no quisieron pronunciarse «porque no les interesa o no están de acuerdo» con el simulacro. «No son los cauces», apostilló.
En el envés, el Feijoo apaciguador apeló para superar esta situación al seny catalán, que equiparó con el sentidiño gallego y personificó en el exdiputado de Convergència Miquel Roca, un ejemplo de «tolerancia». «No es esta -proclamó- una época de muros, sino de puentes. Han sido numerosos los puentes tendidos entre Cataluña y España. Hoy puede ser un gran día para apuntalarlos y proyectar otros mejores». Igualmente, instó a las partes en conflicto a «avanzar a la vez» hacia el entendimiento.
La intervención de Feijoo en Barcelona, recogida por las agencias Efe y Europa Press, llenó el auditorio. Recibió los aplausos de la delegada del Gobierno central en Cataluña, María de los Llanos de Luna, y la presidenta del PP en aquella comunidad, Alicia Sánchez-Camacho. Aprovechó el marco para sugerir la conveniencia de cambiar el sistema de financiación autonómica, que perjudica a Galicia, reiteró.