Defiende la alianza electoral entre UPyD y Ciudadanos como una «oferta política moderada» frente a los dos grandes partidos, sumidos en la corrupción, los nacionalismos que quieren destruir el Estado y los izquierdistas radicales, que ponen en cuestión la democracia representativa.
-Al final Rosa Díez le ha dado la razón y ha iniciado un acercamiento a Ciudadanos.
-Exacto. El fondo de todo este asunto es mi propuesta de una alianza entre UPyD y Ciudadanos. Lo propuse porque son dos formaciones muy cercanas, tienen un origen muy próximo, como es la lucha contra los nacionalismos. Después de las elecciones europeas tenemos dos grandes partidos afectados por casos de corrupción clamorosos, unos partidos nacionalistas que quieren destruir el Estado y otros comunistas o de izquierda que están poniendo en cuestión las bases mismas del sistema democrático. Hace falta una clara oferta política moderada, respetuosa con el legado de la transición, con la Constitución y la democracia representativa, que se pone en cuestión con ese mensaje de no nos representan. Esa era la alianza que yo proponía.
-Entonces, ¿por qué molestó tanto su propuesta?
-Eso pregúnteselo a ellos. Creo que es una propuesta muy razonable y sensata que ellos mismos han puesto en marcha.
-Ha renunciado al gran sueldo de eurodiputado, lo que contrasta con lo que hizo Díez, que se mantuvo pese a su desacuerdo con el PSOE.
-Rosa Díez se marchó antes de terminar la legislatura, pero es cierto que se mantuvo un tiempo. Yo me he marchado al principio de la legislatura. Me parecía algo elemental.