Rajoy pide a Mas que acabe ya con la «ceremonia de la confusión»

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

De Cospedal y Rajoy, ayer en la reunión del comité ejecutivo nacional del PP en Madrid.
De Cospedal y Rajoy, ayer en la reunión del comité ejecutivo nacional del PP en Madrid. benito ordóñez < / span>

Le exige cordura, que no cree más problemas y abandone el extremismo

21 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Mariano Rajoy pidió ayer a Artur Mas que recupere la cordura y termine de una vez con la «ceremonia de la confusión» y el «cúmulo de despropósitos» que está protagonizando, el último de ellos la consulta alternativa del 9-N, porque no conducen a nada. Así lo manifestó en su intervención a puerta cerrada ante la plana mayor del PP.

El presidente del Gobierno advirtió a Mas que no debería crear más problemas y dedicarse a gobernar y tratar de aprobar los presupuestos del año próximo. Es lo que relató la secretaria general, María Dolores de Cospedal, en la rueda de prensa posterior al comité ejecutivo de los populares. Rajoy dijo que lo que ha sucedido en Cataluña es lo que él ha venido diciendo desde hace meses, que no habrá referendo.

Dos dudas

El líder del PP sostuvo que Mas mantiene en el aire «dos dudas»: qué va a hacer el 9-N y quiénes son los que le apoyan y si va a convocar elecciones anticipadas y cuándo. Al respecto de la primera, De Cospedal se refirió a los posibles acuerdos con partidos y organizaciones civiles que «no son representativas de la voluntad del pueblo de Cataluña», lo que demuestra que se sitúa otra vez al margen de los procedimientos democráticos. Era la reacción después de que el portavoz de la Generalitat, Francisco Homs, anunciara un preacuerdo con la CUP basado en una «unidad técnica» para impulsar la consulta alternativa. En ese sentido, Rajoy reclamó también a Mas que abandone a sus aliados extremistas.

Con respecto a la segunda duda, De Cospedal dijo que «todavía no sabemos si va a haber elecciones o no, si esta última actuación consiste en una especie de amenaza o de aviso a ERC». Rajoy se mostró contrario a las elecciones anticipadas porque no se puede someter a los catalanes a un «martilleo» de votaciones, sino que necesitan estabilidad, seguridad y certidumbre, aseguró.

El Ejecutivo está preocupado por el desconcierto que existe en la política catalana con un Mas que parece superado por los acontecimientos y las presiones que está recibiendo. Considera que con esta estrategia errática sea ERC la que termine sacando provecho en las próximas citas electorales. Moncloa cuestiona incluso que el presidente catalán sepa ahora mismo cuándo va a convocar las elecciones plebiscitarias. Sobre todo después del ultimátum que le lanzaron el domingo la ANC y Òmnium Cultural, que le advirtieron de que solo participarán activamente en el 9-N si Mas las adelanta en el plazo de tres meses.

La número dos de los populares reiteró que el Gobierno sigue manteniendo su postura y «va a estar en el cumplimiento de la ley» y no va a permitir en ningún caso actuaciones que la transgredan.

Otro fracaso de Mas

Por su parte, el secretario de Organización del PSOE, César Luena, señaló que un adelanto de las elecciones en Cataluña sería «otro fracaso» de Artur Mas, y pidió al presidente de la Generalitat «responsabilidad» y altura de miras», lo mismo que a Rajoy. El dirigente socialista lamentó que hasta ahora Mas se haya «dejado arrastrar por la corriente» y que el presidente del Ejecutivo central tampoco garantice la «estabilidad» que necesita Cataluña.