Acusado de estafa y usurpación de identidad el joven que alarmó a Ribadeo por una falsa visita del rey

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

Tiene veinte años, presumía de contactos, de su amistad con el rey y Aznar, hacía ver que actuaba en nombre del Gobierno, pero la policía cree que es un impostor

16 oct 2014 . Actualizado a las 17:56 h.

Es «amigo» del rey Felipe VI y de Aznar. Frecuenta el palco del Bernabéu. Tiene vínculos con presidencia del Gobierno y ha actuado muchas veces al servicio del Estado. Se llama Francisco Nicolás Gómez Iglesias. Solo tiene veinte años. Presume de contactos. Y la policía nacional lo considera un impostor.

A este universitario madrileño le gusta tanto codearse con el poder que se ha metido en líos con la justicia. Según informa El Confidencial, fue detenido el pasado martes y se le acusa de los posibles delitos de falsedad, estafa y usurpación de identidad.

Francisco Nicolás Gómez llevaba una doble vida y se había convertido en un dolor de cabeza para las fuerzas de seguridad del Estado. Se coló en los actos de coronación de Felipe VI el pasado mes de junio, en reuniones con empresarios del Ibex-35, en desayunos informativos, actos con dirigentes políticos... Prometía a sus víctimas la participación en operaciones inmobiliarias a cambio de hacer valer sus contactos. Incluso llegó a aproximarse a los Pujol en nombre del Centro Nacional de Inteligencia. Y el 13 de agosto montó un gran espectáculo en Ribadeo.

La capital de A Mariña oriental vivió ese día una jornada llena de sobresaltos. Por toda la villa circuló un rumor: alguien de la Casa Real iba a comer en el restaurante San Miguel, en el muelle deportivo.

Poco antes de las dos de la tarde la policía local acudió a una de las rotondas de acceso al casco urbano a acompañar a un vehículo oficial y a varios de los escoltas. Era un impresionante dispositivo que apuntaba a que alguien importante iba en la comitiva. Comenzaron los rumores... que si el rey Felipe VI, que si Juan Carlos I -el más insistente-, que si Froilán, que si Marichalar... Pero nadie lo confirmaba.

Poco después, en el muelle, junto al restaurante San Miguel, se contaban hasta ocho escoltas en cuatro coches. Poco a poco comenzaron a acudir periodistas de diferentes medios. Nadie quería perderse el titular: el Rey Felipe VI en Ribadeo.

El alcalde ribadense, Fernando Suárez, decidió ir al restaurante. Entró, se presentó y allí encontró a la única «autoridad». Se trataba de Francisco Nicolás Gómez Iglesias, un joven universitario, supuestamente militante del PP. ¿Cuál era su relación con la Casa Real? Dejó entrever que ejercía de enlace entre la Casa Real y el Gobierno del Estado. De hecho, durante su conversación con Fernando Suárez supuestamente atendió una llamada de la vicepresidenta del gobierno.

La invitación para la comida habría partido de un personaje relevante, Jorge Cosmen, presidente de Alsa, a quien no es raro ver de cuando en vez por Ribadeo. Se dijo entonces que estaba previsto que asistiese alguien de la Casa Real -se creía que Juan Carlos I o incluso Felipe VI-, pero algo debió impedírselo. El alcalde de Ribadeo se fue y la comida continuó, con Nicolás Gómez, Jorge Cosmen y, en otras mesas, los escoltas.

Muchos en Ribadeo no daban crédito a semejante dispositivo de seguridad. Incluso no faltó el sonido de sirenas de un vehículo en el muelle. Al verlo, más de uno quedó pasmado. Y más pasmado se habrá quedado hoy al leer que el causante de aquel alboroto -que intentó frenar la repercusión de aquella algarada haciéndose pasar por menor de edad y presumiendo de actuar al servicio de la presidencia del Gobierno- está acusado de varios delitos de estafa, falsedad y usurpación de identidad.