Seísmo en las alianzas electorales

ramón gorriarán MADRID / COLPISA

ESPAÑA

IU parece destinada a coaligarse con Pablo Iglesias, al que pretende Ganemos y con el que el PSOE no rompe puentes, mientras Ciudadanos corteja a UPyD

28 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

La aparición de Podemos ha desencadenado un terremoto en la estrategia de alianzas de los partidos, tanto a la izquierda como a la derecha. La previsible desaparición de las mayorías absolutas en próximas citas electorales ha abierto el abanico de los acuerdos y en ellos el partido que lidera Pablo Iglesias será determinante entre las fuerzas a la izquierda del PSOE. Pero su influencia ha provocado que también en la derecha se exploren los acercamientos o se planteen fórmulas para abordar esos pactos.

No es aún un partido, no tiene gestión que acreditar, su discurso se limita a diagnósticos, sus propuestas son difusas o, según sus adversarios, irrealizables. Pero su sola presencia tras los resultados obtenidos en las elecciones europeas de mayo pasado, con 1,2 millones de votos y cinco escaños en la Cámara de Estrasburgo, han revolucionado el tablero político y han sido un catalizador de pactos, una estrategia poco usual en el escenario español.

Izquierda Unida, todavía la tercera fuerza política, parece destinada a rendirse a Podemos una vez que la coalición de Cayo Lara venza las resistencias internas a dar el paso. El PSOE descarta un día los acuerdos para planteárselos al día siguiente. El PP ha querido jugar la carta de la reforma electoral para que gobierne, al menos en los ayuntamientos, el candidato más votado y reducir a la inanidad las alianzas. UPyD, tras años de resistencia, ha abierto conversaciones con Ciudadanos para estudiar una convergencia que garantice a ambos una presencia visible.

Tercera fuerza electoral

Unos movimientos que tienen sus raíces en unos resultados electorales de la nueva marca. Además, los sondeos apuntan a que Podemos será la tercera fuerza en los próximos comicios generales, autonómicos y locales y que pondrá en peligro, incluso, la segunda posición de los socialistas. Con estas credenciales, todas las fuerzas a la izquierda del PSOE buscan la forma de cortejar al nonato partido. Es lo que hacen IU, Iniciativa per Catalunya, Equo, Compromís, y Chunta, entre otros.

Aunque la decisión no es definitiva, la idea del núcleo duro de Podemos es integrar a sus candidatos para las municipales en las plataformas de Ganemos, un movimiento que aglutina, entre otros, a las asambleas del 15M, grupos antisistema y contra los desahucios. La plataforma se ha implantado con fuerza en Madrid y Barcelona, pero está presente en casi todo el país.

Podemos ha puesto como condición para sumarse a Ganemos u otra plataforma que los candidatos sean elegidos en primarias abiertas, una fórmula que le favorece ya que los nombres propuestos por Podemos parten con ventaja porque es la que reúne más apoyos y se aseguraría los mejores puestos. Solo IU puede discutirles respaldo ciudadano.

La formación que lidera Cayo Lara está a punto de dar el sí a su integración en plataformas electorales para las municipales de mayo, aunque suponga que los candidatos se elijan mediante primarias dobles; primero en la coalición y después en la candidatura que forme. Una fórmula que nunca ha tenido mucho predicamento en IU. Es cosa de «los americanos», dijo Lara en su día.

Complicaciones para PSOE y PP

Los socialistas se debaten en un mar de dudas respecto a la nueva organización. El PSOE es consciente de que ya es su gran rival. Lo comprobó en las elecciones europeas. Hay sectores del partido, sobre todo en Andalucía, que pese a ello son partidarios de no volar los puentes por si acaso. El secretario general, Pedro Sánchez, es contrario al entendimiento en principio, pero en algún caso exhibió ambigüedad. Los expertos electorales del PSOE recuerdan que Podemos puede ser la clave para gobernar en numerosas comunidades tras las autonómicas, a las que el partido de Pablo Iglesias es probable que se presente con su nombre. Y si el previsible retroceso del PSOE va acompañado de un crecimiento de las fuerzas a su izquierda, los populares se pueden encontrar con un complicado panorama para gobernar.