La oposición en bloque exige al Gobierno que no reforme la ley electoral

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El PP sigue sin detallar su propuesta y sin revelar si seguirá adelante en solitario

18 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El PP constató ayer que se ha quedado completamente solo en su propuesta de cambiar el sistema de elección de los alcaldes a solo ocho meses de las municipales. Un revés muy duro después de que se viera obligado a separar la negociación de la reforma de la ley electoral del paquete de regeneración democrática. La oposición en bloque se opuso en el Congreso a que el Gobierno la aborde antes de los comicios de mayo del 2015 y denunció lo que considera una maniobra a la desesperada para tratar de no perder el poder en los ayuntamientos. La moción de UPyD, pactada con los socialistas y CiU, se votará hoy, pero los portavoces de los grupos dejaron claro su rechazo frontal a esta iniciativa. El texto propuesto por la formación magenta exige al Gobierno que cumpla las recomendaciones del Consejo de Europa: no modificar la ley electoral a menos de un año de unos comicios y que cualquier cambio se haga con un amplio acuerdo.

El diputado de UPyD Carlos Martínez Gorriarán explicó que su grupo había modificado el contenido inicial de su moción para lograr el máximo consenso contra la propuesta del Ejecutivo, que aún no ha detallado. Explicó que la idea central de la moción es que no se pueden «cambiar las reglas del partido mientras se está celebrando».

De forma unilateral

La socialista Susana Sumelzo manifestó que su grupo no va a participar en lo que calificó de «propuesta-trampa, porque es una inaceptable manipulación electoral». Señaló que «lo peor de todo, lo quieren hacer solos, de forma unilateral, con prisas e injustificadamente».

El Gobierno tenía la esperanza de que CiU apoyara su reforma, pero su portavoz despejó ayer las dudas que pudiera haber. Carles Pàramo sostuvo que su único objetivo es «blindar el poder municipal del PP a la desesperada». «Están solos con sus alcaldes asustados buscando desesperadamente soluciones con atajos no muy democráticos», señaló Joan Josep Nuet, de la Izquierda Plural. Incluso ERC, a la que favorecería la reforma si se cumplen los pronósticos de las encuestas, se opuso porque es «antidemocrático» y acusó a los populares de pretender hacerse «un traje a medida escandaloso». Los portavoz del PNV, Coalición Canaria y Compromís también se manifestaron en contra.

El popular Juan Carlos Vera no dio ningún detalle sobre la reforma, como le pidieron algunos portavoces, ni dijo si el Gobierno la sacará adelante en solitario. Explicó que lo «razonable» es que gobierne el candidato que encabece la lista más votada y haya recibido un amplio respaldo y no una «coalición de perdedores». Vera mostró la disposición de su grupo a negociar.