Dimas Gimeno, un vendedor de El Corte Inglés con genes de presidente

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Dimas Gimeno (izquierda) llega a la Fundación Ramón Areces, donde quedó instalada la capilla ardiente.
Dimas Gimeno (izquierda) llega a la Fundación Ramón Areces, donde quedó instalada la capilla ardiente.

Álvarez encauzó la sucesión al nombrar a su sobrino consejero director general

15 sep 2014 . Actualizado a las 11:08 h.

Su muerte ha sido inesperada. Pero hilando cabos con los movimientos y nombramientos que el presidente de El Corte Inglés hizo en los últimos meses, parece como si hubiera algo de premonitorio en todo ello, como si Isidoro Álvarez sospechara su inminente final.

En todo caso, encauzar su sucesión era un deber obligado y en esa labor lleva tiempo formándose, Dimas Gimeno Álvarez (Madrid, 14 de diciembre de 1975), sobrino del fallecido presidente y consejero director general, considerado el sustituto natural dentro de la familia.

En los últimos años, y a petición de su tío, el heredero del gigante de la distribución asistía regularmente a las reuniones de la cúpula directiva, probablemente para tomar buena nota de lo que se iba a encontrar en las altas esferas de El Corte Inglés.

Eso fue antes de que, en agosto del 2013, Gimeno Álvarez (hijo de María Antonia Álvarez, hermana del fallecido presidente de El Corte Inglés) fuera nombrado consejero director general de El Corte Inglés, un puesto de nueva creación, equivalente a un traje a medida hecho para el sucesor: joven directivo, formado en la compañía y en clara sintonía con la presidencia. El de momento director general es licenciado en derecho por la Universidad San Pablo CEU y tiene un máster en derecho privado por esta misma universidad y un MBA por la escuela de negocios IESE.

Comienzos desde abajo

Dimas Gimeno, que debe su nombre al padre del propio Isidoro Álvarez, inició su carrera profesional como vendedor en El Corte Inglés durante su estancia en la universidad. En el año 2000 se incorporó a los servicios generales de la compañía, donde trabajó en distintos departamentos.

En el 2001 se trasladó a Portugal para colaborar en la puesta en marcha de la filial de la empresa en ese país y cinco años después dirigió el centro inaugurado por la compañía en Oporto.

En el 2008 regresó a los servicios centrales de El Corte Inglés y desde el 2010 desempeñó el puesto de consejero de la compañía.

Hace ahora un año, cuando Isidoro Álvarez lo nombró director general, pocos dudaron de que se trataba del paso casi definitivo para convertir a Gimeno Álvarez en el máximo responsable de una de las empresas más importantes de España.

Hasta ese momento, era prácticamente un desconocido para el gran público. Siempre se ha mantenido en un segundo plano, aunque sus colaboradores dicen de él que tiene mucho carácter y que es una persona muy madura a pesar de su juventud.

En el área de ventas ha implantado una estrategia comercial más agresiva. «Ha puesto a todo el mundo a vender», dicen en la empresa.

No fue este el único movimiento sucesorio de Isidoro Álvarez, A principios del julio, fichó al empresario Manuel Pizarro como adjunto a la presidencia, otro cargo de nueva creación. Con su incorporación, Álvarez apostaba por reforzar el equipo financiero de la compañía. Además, Pizarro tendrá un papel de relevancia a la hora de impulsar la expansión internacional del grupo.

A la espera de que el consejo de administración confirme que será Gimeno Álvarez el nombre que figurará en el sillón que deja vacante Isidoro Álvarez, los analistas hablan ya de la revolución de la que ya es la cuarta generación al frente de El Corte Ingles, que abarca: un nuevo equipo, joven y dinámico; la regeneración del consejo, potenciación de las distintas áreas y apertura a los mercados financieros mayoristas para no depender de la banca.

Para ello, Dimas Gimeno se ha rodeado de un potente equipo compuesto por una decena de personas jóvenes (la media de edad ronda los 35 años) con muy buena formación y muchas ideas para poner en práctica. Un equipo que contrasta con el actual (la media de edad del actual consejo supera los 65 años) formado por directivos con muchas décadas en la casa.