La princesa Fátima, el bebé que llegó solo en una de las pateras

Ana Lázaro Verde TARIFA / DPA

ESPAÑA

Medio centenar de menores han llegado a Tarifa en la avalancha de los últimos días

16 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La historia de la pequeña Fátima ha conmovido a todos. Se trata de un bebé de diez meses que viajó en una barca de plástico, sin su familia y junto a otros ocho inmigrantes, desde Marruecos hasta la costa sur de España, donde pretendían entrar de forma irregular. Estaba empapada, temblaba de frío y tenía unas décimas de fiebre cuando los voluntarios de Cruz Roja la atendieron. Al no conocer su nombre la bautizaron como Princesa. «Yo fui la afortunada en sacarla (de la barca). La tomé en brazos y cuando salieron todos (los inmigrantes), nos dimos cuenta de que venía sola», dijo una de las voluntarias de la oenegé en Antena 3.

Sus padres tenían previsto cruzar con ella los 14 kilómetros que separan Marruecos de España, pero un enfrentamiento con la policía marroquí les impidió subir en el último momento. Las autoridades españolas los han localizado y esperan reunirles pronto con su hija, que se encuentra con una familia de acogida.

Fátima no es la primera menor que entró en España en los últimos días a bordo de una barca de juguete. Entre los más de 1.200 inmigrantes que arribaron al país se detectaron al menos 48 niños de menos de seis años.

Son la prioridad de las autoridades en caso de una oleada de inmigrantes como la que ha tenido lugar estos días y todos ellos han sido ya ubicados en centros de menores y familias de acogida junto a sus madres.

Mientras tanto, medio millar de adultos permanece todavía en las canchas de dos polideportivos de Tarifa, a la espera de ser identificados y reubicados en los centros de internamiento de extranjeros (CIE) o en pisos tutelados de distintas oenegés. Duermen sobre el suelo y Cruz Roja les facilita ropa y comida. También algunos vecinos de la zona se acercan para ayudarles. «Me han dicho que podía traer galletas y he venido a echar una mano», dijo una mujer. «Aquí la gente ya está acostumbrada a esto y se vuelca», apostilla otra.

Entre los inmigrantes había varias embarazadas. Una de ellas, procedente de Costa de Marfil, dio a luz a una niña tan solo unas horas después de ser rescatada.