Mas convocará el referendo pese a que Rajoy le insiste en que no se celebrará

Gonzalo Bareño Canosa
gonzalo bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

La reunión se cierra sin avance alguno, aunque mejora el clima de diálogo

31 jul 2014 . Actualizado a las 11:22 h.

Mariano Rajoy y Artur Mas continuaron ayer con su diálogo de sordos en torno al referendo para la independencia de Cataluña, aunque al menos se comprometieron a seguir dialogando sobre otras cuestiones. Tras dos horas y media de entrevista en la Moncloa, el resultado fue que el presidente del Gobierno expuso su tesis de que la consulta es ilegal y que por tanto no hay ninguna posibilidad de que se llegue a celebrar, mientras que el presidente de la Generalitat insistió en que, a pesar de ello, mantiene su voluntad de convocar el referendo porque considera que sí puede haber cauce legal para ello. Ni uno ni otro añadieron alternativa alguna ni abrieron la puerta a una tercera vía, por lo que las cosas siguen exactamente igual que antes de celebrarse este esperado encuentro.

«He reiterado al presidente que estamos decididos a celebrar la votación, tenemos el apoyo social», señaló Artur Mas en la rueda de prensa que ofreció tras el encuentro en el centro cultural Blanquerna de Madrid, sede de la Generalitat en la capital. Allí, reiteró que lo que pretende es celebrar la consulta «dentro de los marcos legales que haya en el futuro» y «a ser posible de acuerdo con el Estado».

«Si no hay un acuerdo con el Estado, la celebraremos igualmente de manera legal», señaló, sin precisar si lo que pretende es utilizar para ello la ley de consultas de Cataluña. El líder de CiU lamentó, sin embargo, que no haya por parte de Rajoy «una propuesta alternativa más allá de decir que la consulta es ilegal».

Mas dio por hecho que la convocatoria será recurrida por el Gobierno al Tribunal Constitucional, aunque Rajoy no le confirmó este extremo, y admitió que el posible rechazo del alto tribunal a la consulta abriría un nuevo escenario, que rechazó adelantar. «Si el Estado entorpece la consulta, entraremos en otra fase que ahora no voy a comentar», señaló, apuntando a la probable disolución del Parlamento catalán. En todo caso, aseguró que no hay «planes A, B y C» y que el único plan es «votar».

«No se acaba todo»

El previsto desacuerdo total en torno al referendo no impidió que ambas partes reconocieran avances en la predisposición al diálogo en torno a otras cuestiones que afectan a la financiación de Cataluña. Algo que permitió a Mas suavizar el tono. «No se acaba todo el 9 de noviembre», señaló el líder catalán, que se mostró convencido de que es posible llegar a acuerdos «si el diálogo continúa abierto». «Hay un clima de diálogo abierto; hoy no es el final de nada, no se han cerrado todas las puertas», dijo, y apostó por «ser inteligentes» para que «una cosa no asfixie a las otras».

El Gobierno optó por hacer su propio balance mediante un comunicado en el que señaló que Rajoy había trasladado a Mas que el referendo «ni se puede celebrar ni se va a celebrar», aunque señala que el encuentro se llevó a cabo en «un clima de respeto y consideración por ambas partes». Rajoy se comprometió a seguir colaborando «franca y lealmente» con la Generalitat en todo aquello que beneficie a los ciudadanos de Cataluña y reconoció la contribución de esta comunidad al progreso de España.

Durante la conversación, el presidente del Gobierno advirtió a Mas sobre «los riesgos que la inestabilidad política podría suponer al incipiente proceso de recuperación, que está resultando particularmente intenso en Cataluña». Y recordó al presidente de la Generalitat que su postura de que la consulta no tiene amparo legal está «en la misma línea de lo que han expresado sobre el asunto tanto el Congreso de los Diputados como el Tribunal Constitucional».