Rajoy recibirá a Artur Mas dos días después de verse con Pedro Sánchez

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Busca blindarse con un pacto con el líder socialista en contra del referendo

23 jul 2014 . Actualizado a las 10:20 h.

Mariano Rajoy se reunirá el 30 de julio en la Moncloa con el presidente catalán, Artur Mas. Pero dos días antes, el lunes 28 de julio, recibirá en el mismo lugar al nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, inmediatamente después de que este asuma oficialmente el cargo en el congreso que los socialistas celebrarán este fin de semana. El presidente del Gobierno no ha querido afrontar la cita con su homólogo catalán sin conocer antes de primera mano si Sánchez mantiene en los mismos términos que su antecesor, Alfredo Pérez Rubalcaba, el respaldo al Gobierno en su negativa rotunda a cualquier posibilidad de que se celebre el anunciado referendo. El plan de Rajoy es garantizarse ese respaldo y la unidad de acción con el PSOE antes de emprender el choque frontal frente al desafío soberanista de Mas.

Esa inflexibilidad en torno a la consulta por parte de Rajoy es oficialmente la única premisa en la agenda de una cita en la que ambas partes se declaran dispuestas al diálogo, sabiendo que las posibilidades de acuerdo son casi nulas. «Al diálogo no se le pueden poner condicionantes previos; una conversación de estas características debe abordar los asuntos más relevantes», señaló ayer el consejero catalán de Presidencia, Francesc Homs, respecto a si Mas planteará a Rajoy la cuestión del referendo.

Pero tanto la Generalitat como el Gobierno saben que ahí no hay nada que negociar y por eso amplían los temas a debatir para impedir que el encuentro se quede en un mero portazo del presidente a Artur Mas. «Dentro de la Constitución y de las leyes, sabe el presidente de la Generalitat que va a encontrar al Gobierno siempre», afirmó ayer la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.

Oferta de financiación

El Gobierno ya ha adelantado que está dispuesto a ofrecer a la Generalitat una mejora en la financiación de Cataluña. Y, en principio, el presidente catalán no tendría por qué cerrar la puerta a esa posibilidad, al margen de que continúe con su agenda para celebrar la consulta independentista en noviembre. Artur Mas habría preferido explorar todas estas posibilidades en un encuentro secreto y sin luz y taquígrafos, pero Rajoy ha querido jugar con todas las cartas encima de la mesa. El precedente del encuentro que ambos mantuvieron sin publicidad en septiembre del 2013, y que fue filtrado a la prensa por el ejecutivo catalán, ha hecho que el Gobierno renuncie a esa estrategia.

Dos días antes de verse con Mas, Rajoy escuchará la propuesta del nuevo secretario general para hacer frente al órdago independentista de los nacionalistas catalanes. Pedro Sánchez ofrecerá al presidente durante ese encuentro un pacto político para abordar una reforma constitucional que establezca un modelo de Estado federal, tal y como los socialistas establecieron en la llamada declaración de Granada.

Rajoy ha explicado en varias ocasiones que no considera necesaria esa reforma constitucional, aunque aquí la negativa no es tan rotunda como en lo que afecta al referendo. Su idea es que antes de abordar una reforma constitucional es necesario fijar con claridad los límites de la misma y cambiar solo aquello en lo que es posible el consenso.