Isabel Carrasco añade su nombre al de políticos atacados en la última década

Efe

ESPAÑA

Se registraron en España al menos otros cuatro casos de políticos atacados

12 may 2014 . Actualizado a las 22:14 h.

La muerte violenta de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, como consecuencia de varios disparos, se suma a otros asesinatos o intento de ellos contra políticos y expolíticos.

El 6 de septiembre del 2004 el ex alcalde socialista de la localidad madrileña de Torres de la Alameda, Antonio Rodríguez del Barrio, fue tiroteado por tres individuos. Fue dado de alta médica ese mismo día, sin que los facultativos le extrajeran las dos balas que tenía alojadas en un brazo y un glúteo. El propio exalcalde entonces aludió a «motivos urbanísticos» relacionados con una supuesta petición de comisiones ilegales a un grupo de promotores, que el PSOE había destapado en el 2002, el origen de su intento de asesinato.

Con posterioridad, el 12 enero del 2007, el alcalde de Fago (Huesca) del Partido Popular, Miguel Grima, fue asesinado de un disparo de postas en la carretera que une las poblaciones oscenses de Majones y Fago cuando regresaba, de noche, de una reunión del Consejo Comarcal de la Jacetania, celebrada en Jaca. Santiago Mainar, un guarda forestal con el que el fallecido tenía numerosos pleitos, y autor confeso del crimen fue condenado a 20 años de prisión, en uno de los casos más famosos y mediáticos de los últimos años, que generó incluso una serie de televisión.

Ese mismo año, el 27 octubre, el alcalde popular de la localidad alicantina de Polop de la Marina (Alicante) , Alejandro Ponsoda, falleció en el hospital ocho días después de ser tiroteado a las puertas de su casa en la pedanía de Xirles. En el 2009 fue detenido el alcalde de la misma localidad y sucesor de Ponsoda, Juan Cano (PP), en relación con el mencionado crimen.

El 26 de mayo del 2010, la exconcejala de Castellón por UCD entre 1979 y 1983, Concha Roig , fue encontrada muerta en su domicilio de esta ciudad con un corte en el cuello realizado al parecer con una catana (espada japonesa). El presunto autor, un hombre de nacionalidad rumana, fue detenido meses después en Rumanía.