El hombre, que padece esquizofrenia, exigía unos derechos dinásticos que decía tener en Mali
24 abr 2014 . Actualizado a las 22:18 h.Los Mossos d'Esquadra han reducido por la fuerza al hombre que esta mañana se ha atrincherado en la biblioteca de Sant Feliu de Codines (Barcelona), donde ha permanecido durante ocho horas armado con un cuchillo. Tras varias horas de negociación infructuosa con el hombre, un maliense vecino de la localidad que padece esquizofrenia, varios agentes del Área de Recursos Humanos de los Mossos han entrado en la biblioteca y se han abalanzado sobre él para reducirle.
El alcalde de la localidad, Pere Claverall, ha asegurado que a las 17.20 horas agentes de la policía han entrado por la puerta trasera de la biblioteca para distraerlo, momento que ha aprovechado otro equipo de mossos para ingresar por la entrada principal y reducir al hombre, una operación que ha durado, según ha detallado, veinte minutos. Tras ser reducido, los sanitarios del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), desplazados al lugar en aplicación del protocolo de seguridad para casos de personas con trastornos mentales, han podido inyectar al hombre una solución sedante y lo han trasladado al Hospital de Granollers (Barcelona). «Ha sido un drama porque es gente conocida del pueblo y el hombre no era un delincuente, sino un enfermo», ha afirmado Claverall, que ha celebrado la rápida actuación policial.
El hombre, M.K., ha entrado en la biblioteca municipal de Sant Feliu de Codines sobre las 10.00 horas y la intervención de la Policía Local ha impedido que el perturbado tomara como rehenes a cinco usuarios del centro y a una trabajadora, a la que ha amenazado esgrimiendo ante su rostro un cuchillo de 40 centímetros. El jefe de la Policía Local y una agente han entrado entonces en la biblioteca y han distraído al perturbado, momento que la bibliotecaria y los cinco usuarios han aprovechado para salir del recinto por una puerta lateral. El hombre, que no ha amenazado con suicidarse ni lesionarse con el cuchillo que llevaba, se ha negado a salir de la biblioteca alegando que creía que iban a engañarle y ha exigido unos derechos dinásticos que decía tener en Mali.
Durante todo el día, un total de once patrullas de los Mossos, así como la policía local y los Servicios de Emergencias Médicas, han permanecido fuera de la biblioteca, tratando de dialogar con el enfermo para convencerlo de que depusiera su actitud, aunque sin éxito. El hombre ha rechazado rotundamente conversar con la Policía Local y los Mossos d'Esquadra y tampoco ha querido hablar con su hermano, con quien reside en Sant Feliu de Codines y que solo ha podido ver al esquizofrénico cuando lo sacaban sedado de la biblioteca.