Elude la polémica de Arias Cañete, que dará su primer mitin el viernes
23 abr 2014 . Actualizado a las 10:38 h.Mariano Rajoy concede una gran importancia a las elecciones europeas del 25 de mayo. Es consciente de que después de dos años y medio de Gobierno el PP ha sufrido un desgaste muy considerable, como revelan todas las encuestas, y quiere evitar a toda costa una posible derrota, que supondría un voto de castigo a su gestión. Por eso, planteó ayer ante el comité ejecutivo que es clave movilizar a su electorado más fiel para que acuda a las urnas y emplazó al partido a hacerlo. Quiere que se implique a fondo toda la organización y se tome estos comicios como si fueran unas municipales, con participación activa de los alcaldes y concejales.
Teme que una parte significativa de sus votantes, decepcionados por ejemplo con la subida de impuestos o la política antiterrorista, engrosen las filas de la abstención, ya habitualmente muy alta en las europeas, o se decanten por partidos como UPyD, Ciudadanos o Vox.
Tanto en el comité ejecutivo como en la sesión de control al Gobierno en el Senado, Rajoy dejó clara cuál va a ser la estrategia a seguir por el PP en la campaña: incidir en la recuperación como consecuencia de su gestión y en la pésima herencia recibida de José Luis Rodríguez Zapatero. Así lo expresó en la Cámara alta, donde dijo que se encontró un país a punto de ser rescatado y al borde de la quiebra, en recesión y con cada vez más parados, y ahora la economía ha mejorado sustancialmente. Una afirmación que basó en las cifras récord en exportaciones y turismo, la caída de la prima de riesgo, la baja inflación, la reducción del déficit, el crecimiento de la economía y la creación de empleo. Y pidió a los socialistas que no nieguen la recuperación como cuando gobernaban hicieron con la crisis.
El senador del PSOE Marcelino Iglesias contrapuso el «triunfalismo» del Gobierno con el «pesimismo» de los ciudadanos, a los que dijo «no les llega nada» de la supuesta recuperación. El expresidente aragonés aprovechó para preguntar a Rajoy sobre la polémica que afecta al cabeza de cartel popular y aún ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, al que los socialistas acusan de haber mentido al Congreso al ocultar la relación de una de las empresas de las que es accionista con la Administración. El presidente del Gobierno eludió el asunto, diciendo que no se iba a «erigir en portavoz de nadie», y se limitó a destacar su «brillantísima gestión» como ministro.
Mariano Rajoy tendrá una gran presencia en la campaña, con hasta cuatro actos por semana. El partido ya ha cerrado la agenda de Miguel Arias Cañete, que comienza este mismo viernes en Cáceres, lo que indica que para entonces habrá dejado el Ministerio de Agricultura. El cabeza de cartel de los populares dijo ayer que se volcará en la campaña. «Yo estoy dispuesto a exprimir el limón hasta que no salga más zumo», señaló.