El presidente no quiere que le marquen la agenda ni dar pistas al rival

G. B. Madrid / La Voz

ESPAÑA

11 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Si el número que está ejecutando Rajoy con el candidato a las europeas no es el del cuaderno azul de Aznar, se le parece bastante. Existen seguramente razones de peso para actuar de esa manera, pero si hay algo que detesta el líder del PP es que le metan prisa o le marquen la agenda. En esto, como en todo, su máxima sigue siendo la de no tomar decisiones hasta que no sea absolutamente imprescindible para limitar así el margen de error. Sabe que hay impaciencia en el PP por este asunto. Pero cree que eso, el mantener la tensión, no solo no es preocupante, sino que puede resultar positivo.

Por una parte, Rajoy es consciente de que aunque el PP está impaciente por conocer el candidato, más todavía lo está el PSOE, deseoso de saber a quién se tendrá que enfrentar Elena Valenciano para empezar a diseñar su estrategia de campaña. De manera que el retraso en el anuncio vendría a ser así una forma de no dar bazas al enemigo antes de tiempo. Génova lleva tiempo estudiando los puntos débiles de la candidata socialista y el PSOE, aunque intuye que el rival será Arias Cañete, no puede centrase solo en él. Si al final es otro, tendrá menos tiempo para tratar de debilitarlo. Pero el líder del PP es consciente también de que en cuanto haga su anuncio se dispararán las especulaciones y quinielas en torno a la crisis de Gobierno. Tanto si el elegido es el ministro de Agricultura como si lo es cualquier otro. Y pretende reducir al máximo ese tiempo de duda, de manera que los previsibles cambios en el Gabinete sirvan de estímulo de cara a los comicios europeos.

Por último, en la aparente tranquilidad con la que Rajoy se toma este asunto cuenta también el convencimiento de que el nombre del candidato va a influir poco a nada en el número de votos que el partido obtenga en estas elecciones. Además de la probada fidelidad de los votantes populares, muy superior a la del los del PSOE, más volubles, está convencido de que en estas elecciones, para bien o para mal, se votará en clave española. Y por eso tiene previsto implicarse personalmente al máximo durante la campaña.