Las 569 evasivas de la infanta Cristina: «Yo me ocupaba de los niños y mi marido de los gastos»

Melchor Sáiz-Pardo COLPISA

ESPAÑA

Atlas TV

Según la transcripción de su interrogatorio -conocida hoy- Cristina de Borbón fue un verdadero frontón durante seis horas y media. Una roca ante las preguntas del juez, fiscal y abogada del Estado. Respondió «no sé» o «no lo sé» a 569 preguntas

21 feb 2014 . Actualizado a las 04:58 h.

«Confiaba en él, él me lo sugirió y así lo acepté», afirmó la infanta Cristina ante el juez Castro el pasado 8 de febrero para justificar por qué formó junto a su marido, Iñaki Urdangarin, la sociedad Aizoon. Según se recoge en la transcripción de su comparecencia como imputada en el caso Nóos, doña Cristina explicó al magistrado que su esposo le propuso constituir una empresa al 50 % «para canalizar sus ingresos profesiones». «A partir de ahí yo no he tenido nada más que ver, ya lo ha llevado él, yo no he intervenido en nada», recalcó la infanta a preguntas de José Castro, que la interrogó al entender que existían indicios de su presunta participación en delitos fiscales y de blanqueo.

La infanta Cristina fue un verdadero frontón durante seis horas y media en su interrogatorio el pasado 8 de febrero. Una roca ante las preguntas del juez, fiscal y abogada del estado. Las 113 páginas de la transcripción revelan que llegó a responder con 569 evasivas a las demandas de información, aunque sus abogados, a la salida de la vista, aseguraron que su cliente respondió a todas las preguntas con solvencias

Las cifras hablan por sí solas. La ayuda de un programa informático ha permitido saber que la escapatoria más usada por la imputada real fue el «no sé». Esas palabras salieron de la boca de Cristina de Borbón hasta en 223 ocasiones diferentes, cuando fue preguntada por cuestiones espinosas como su participación en Aizoon, la empresa familiar usada para desviar dinero público. La segunda evasiva más usada por la hija del rey para no dar los detalles que se le inquirían fue muy parecida: «no lo sé». Esas tres palabras fueron pronunciadas un total de 189 veces aquel día. También la imputada recurrió a su supuesta mala memoria sobre los hechos que le han llevado a estar imputada. 59 veces se refugió detrás de la frase «no lo recuerdo». Y otras 23 usó la expresión «no recuerdo». Sus evasivas también se centraron en aparecer ignorante de todo. 58 veces dijo «lo desconozco», cuando las preguntas eran más delicadas. Sus otras salidas por la tangente fueron usar 9 veces la expresión «no lo sabía», 7 las palabras «no me consta» y 1 la frase «no tenía conocimiento».

«Yo me ocupaba de los niños y mi marido de los gastos»

La infanta se esmeró en presentarse una y otra vez ignorante de la economía familiar durante su interrogatorio. Es más, hizo, a preguntas de su abogado, por hacer ver que era poco más que un ama de casa más. En un momento dado, su letrado Jesús Silva le preguntó por el «reparto de tareas entre el matrimonio». La respuesta de la imputada fue tajante: «Yo me ocupaba de los niños, de sus actividades, de la escuela y de todo lo que tenía que ver con ellos, con médicos y demás, y mi marido se ocupaba de toda la parte de los gastos»

Silva siguió con su estrategia exculpatoria: «¿En cuanto a los gastos, los gastos ordinarios cómo se gestionaban? ¿Tiene usted una idea de cómo se gestionaban los gastos ordinarios de la familia?», «Ya le digo, mi marido se ocupaba de los gastos», insistió la duquesa. Cristina de Borbón, además, abundó en la idea de que no tenía ni tiempo físico con su vida atareada, de «hasta cien actos oficiales al año» de saber de las cuentas de la familia. «todos los días eran iguales, dependiendo si tenía alguna actividad institucional de representación oficial o no, pero generalmente me levantaba por las mañanas, desayunaba con mis hijos, los llevaba al colegio y de ahí me desplazaba a mi lugar de trabajo. Luego por las tardes, en el caso de no tener ninguna actividad de representación institucional, si podía los recogía en el colegio y me volvía o les llevaba a sus actividades extraescolares, o ya nos volvíamos para casa. Pero todo ya le digo que variaba según mi actividad institucional, que igual me obligaba a desplazarme a Madrid o alguna otra ciudad por la tarde, volver al día siguiente o ir por la mañana y volver por la tarde o bueno, cada día era diferente». En síntesis, como resumió en otra parte del interrogatorio: «Mi marido y yo no hablamos de nuestros negocios en casa«», arguyó.

«Me ofende señoría»

La infanta Cristina, al ser preguntada por el juez, José Castro, sobre si pudo haber sido utilizada como escudo fiscal al frente de la sociedad Aizoon, aseguró que «no, ni lo hubiese aceptado, ni me consta». «Casi me ofende, Señoría», subrayó al respecto durante su declaración, a la que ha tenido acceso Europa Press. «Yo entiendo que hay preguntas que pueden ser ofensivas, no es mi intención ofenderla señora, créame, pero es lo que sale de la causa», rebatió en ese instante el magistrado, recordando cómo el notario que participó en la constitución de Aizoon, Carlos Masiá, advirtió de los problemas que podría acarrear exponer a la infanta a los avatares de esta empresa, llegando a asegurar que su presencia suponía «un escudo fiscal ante Hacienda».

Según Masià, realizó esta advertencia al asesor fiscal del Instituto Nóos, Miguel Tejeiro, quien le respondió que «no habría problema» puesto que, con la infanta al frente de Aizoon, habría «un trato especial» por parte de la Agencia Tributaria. Por su parte, el juez sostiene que, con la creación de Aizoon, la pretensión de los Duques de Palma pasaba por crear un patrimonio familiar a repartir por mitad entre ambos socios, y minorar la base imponible del impuesto de sociedades cargando a esta sociedad gastos «estrictamente personales» del matrimonio.

Recordando estas afirmaciones, Castro rebatió la respuesta de Doña Cristina al aseverar que el notario dijo sobre ella que «era un escudo. ¿Cómo es posible que el señor Miguel Tejeiro le transmitiera esa impresión al señor notario, sin que lo supiera su marido? Porque usted igual no lo sabía, vale, la utilizaron, pero su marido tendría que saber lo que dijo», incidió el juez. Unas consideraciones que llevaron a uno de los abogados de la Duquesa de Palma ha protestar por tratarse de «una pregunta inculpatoria para su marido». Castro, ante esto, respondió al letrado que «ella puede negarse a contestar cualquier pregunta, no solamente las que incriminen a su marido, sino las que le bendigan incluso».