La infanta Cristina abandona los juzgados tras seis horas de declaración

La Voz AGENCIAS

ESPAÑA

Atlas TV

Doña Cristina se ha desvinculado de la gestión de Aizoon y ha reconocido que sabía que el rey había pedido a Urdangarin en 2006 que dejara los negocios relacionados con Nóos. La infanta ha respondido a las preguntas del juez Castro, del fiscal Anticorrupción y a las de la abogacía del Estado, pero no a las acusaciones

08 feb 2014 . Actualizado a las 21:13 h.

La infanta Cristina ha abandonado a las 18:11 horas los Juzgados de Palma tras haber finalizado su declaración como imputada por supuestos delitos de fraude fiscal y blanqueo, tras una comparecencia que ha durado más de seis horas.

Antes de montar en el vehículo con el que ha abandonado los juzgados, la infanta ha dicho sonriente a los periodistas: «Hasta luego, gracias».

En su comparecencia judicial, la duquesa de Palma ha respondido durante casi cinco horas a las preguntas del juez de Instrucción número 3 de Palma, José Castro; y durante media hora a las del fiscal Anticorrupción, Pedro Horrach. También ha contestado a la abogacía del Estado, pero no ha respondido al resto de las acusaciones.

A su salida de los juzgados, Miquel Roca, el abogado que encabeza el equipo de defensa de la infanta Cristina, ha dicho que salen «muy contentos porque ha sido la ocasión en la que a la infanta le ha sido posible explicar con todo detalle cual ha sido su intervención» en los hechos. Roca ha comparecido ante los medios de comunicación para destacar que la hija del rey ha colaborado con la Justicia «sin ningún tipo de privilegio ni aforamiento» y ha demostrado que «todos somos iguales ante la ley».

El juez del caso Nóos, José Castro, ha dicho tras la declaración de la infanta Cristina que no puede hacer ninguna «valoración» de la comparecencia judicial y que lo hará cuando llegue el trámite correspondiente.

Al ser preguntado por los periodistas a la salida del juzgado, poco después de que abandonara el edificio judicial la infanta, el juez ha dicho: «No es momento de hacer ninguna valoración. Cuando llegue el momento del trámite que corresponda se harán las valoraciones que correspondan».

Tras estas palabras, el juez ha montado en su moto y ha salido por la rampa del juzgado, momento en el que ha recibido algún aplauso de gente que se encontraba en los alrededores del edificio judicial.

En su declaración judicial como imputada ante el juez José Castro, la infanta Cristina se ha desvinculado de la gestión de la empresa Aizoon, que compartía con su marido, Iñaki Urdangarin, y de las contrataciones de personal doméstico que hizo esta sociedad. La infanta ha señalado que no tomaba parte en la administración de la empresa familiar y que desconocía que el personal doméstico que trabajaba en su casa cobraba a través de Aizoon. La hija del rey ha asegurado que firmaba todo lo que le pedía su marido, Iñaki Urdangarin, porque confiaba en él. El magistrado le ha ido preguntado factura por factura sobre los gastos de Aizoon en un interrogatorio «muy exhaustivo».

Durante su declaración ante el juez, que ha comenzado a las 09.58 horas y se ha interrumpido a las 15.00 horas para almorzar, la infanta Cristina ha manifestado que los 1,2 millones de euros que recibió del rey para la compra de su casa de Barcelona son un préstamo que está devolviendo poco a poco. Ha dicho que, como es su padre, éste confía en que le devolverá el dinero, cosa que ya está haciendo.

La infanta Cristina, imputada de delito fiscal y blanqueo, ha indicado que supo de la advertencia que le hizo el rey Juan Carlos a Urdangarin en 2006, a través del conde de Fontao, José Manuel Romero, de que dejara sus actividades en el instituto Nóos, pero que la atribuyó a una cuestión de estética e imagen de la Casa Real, por lo que no le dio importancia.

Gastos de Aizoon

El juez Castro le ha preguntado a la infanta Cristina sobre esta cuestión, aunque la mayor parte del interrogatorio ha tratado sobre los gastos de la empresa familiar Aizoon, que el juez sospecha pudo tratarse de una sociedad pantalla para evadir al fisco. A este respecto, la infanta ha admitido que hizo pagos con la tarjeta de la empresa, la cual, ha defendido, no es una sociedad que sirviera como blindaje ante Hacienda, y ha añadido que nunca pensó que se hiciera nada ilícito. También ha reconocido que hizo la selección del personal doméstico de su casa, pagado por Aizoon, pero ha apostillado que no sabía cómo se abonaban sus retribuciones. Respecto al tema tributario, ha respondido que no se encargaba de ello ya que lo llevaba una asesoría jurídica.

Durante las cinco horas de interrogatorio de esta mañana, la infanta ha ido bebiendo agua, se ha mostrado tranquila y ha contestado a todas las preguntas del juez, aunque a muchas de ellas ha respondido que desconocía las cuestiones planteadas.

En un momento de la declaración, Castro ha exhibido un tríptico del instituto Nóos en el que aparece su nombre (ella era vocal) junto al del secretario de las infantas, Carlos García Revenga. La infanta Cristina ha aseguró que no participó en ninguna de las actividades de la fundación que supuestamente sirvió a Urdangarin y su socio, Diego Torres, para apropiarse de dinero público.

Numerosas evasivas

Los abogados de la acusación popular han asegurado que la infanta está respondiendo de forma evasiva y que en muchos temas la respuesta habitual es «no sabe, no contesta».

Los dos abogados de la acusación, Virgina López (por Manos Limpias) y Manuel Delgado (del Foro Cívico de Julio Anguita), denunciaron al término de la sesión matinal del interrogatorio que la infanta Cristina está utilizando continuamente la «teoría del amor», para usar a su esposo como cortafuegos. Aseguran que ha respondido muchas preguntas con «evasivas» o utilizano la táctica del «no sabe, no contesta».

Así, por ejemplo el letrado Manuel Delgado indicó que la infanta Cristina había respondido al juez Castro, que ni siquiera «sabía que en su casa había una empresa», en referencia a Aizoon, la sociedad patrimonial que compartía al 50 por ciento con Urdangarin, y que según el juez era usada como pantalla fiscal para repartir beneficios y tributar lo menos posible a Hacienda. El domicilio de la empresa era el palacete de Pedralbes de Barcelona donde vivía la pareja y sus hijos.

Por todo ello, la letrada de Manos Limpias indicó que no se siente satisfecha del resultado, porque como ya se esperaba, la infanta se está escudando en la «teoría del amor» y en que «no sabe». En este sentido, su colega Manuel Delgado criticó que esté «utilizando a Urdangarin como cortafuegos».

Sin embargo, ambos han coincidido en elogiar el rigor del juez Castro en el interrogatorio. En este sentido Delgado ha afirmado que ha dejado poco trabajo para los abogados.

Llegada en coche y sonriente

La infanta Cristina ha empezado a declarar ante el juez José Castro a las 9:58 horas de la mañana, tras haber llegado a los Juzgados de Palma de Mallorca aproximadamente a las 9.45 horas de la mañana, a bordo de un coche negro, que descendió la rampa. La infanta, que iba vestida con camisa blanca y un traje de chaqueta negro, descendió del coche sonriente y saludó brevemente a los periodistas apostados en las puertas del Juzgado.

La infanta Cristina estaba citada a esa hora a declarar ante el juez José Castro, quien la ha imputado por los presuntos delitos de blanqueo de capitales y delito fiscal en el marco del caso Nóos. El magistrado fue el primero en llegar esta mañana a los Juzgados de Palma, alrededor de las siete. Posteriormente, a partir de las nueve y media de la mañana fueron llegando a la sede judicial los distintos abogados de la causa, así como el fiscal

La declaración como imputada de la infanta Cristina es el punto culminante del proceso que comenzó hace tres años y medio con la investigación por presunto desvío de fondos públicos al instituto que da nombre a la causa y que presidió su marido, Iñaki Urdangarin, entre 2003 y 2006.

La infanta Cristina llegó esta mañana a Palma desde Barcelona. A las 7:15 horas de esta mañana salió en coche del hotel donde ha pasado la noche en dirección al aeropuerto para viajar a Palma.