La Generalitat admite que en Cataluña hay 660 menores malnutridos por la pobreza

Efe

ESPAÑA

El Servicio Catalán de la Salud ultima un protocolo para detectar y hacer un seguimiento de estos casos

05 feb 2014 . Actualizado a las 20:34 h.

La Secretaría de Salud Pública de la conselleria de Salud ha reconocido que en Cataluña hay 751 menores de 16 años con diagnóstico de malnutrición, 660 por «circunstancias personales y sociales de riesgo por alimentación inadecuada» y 91 por patologías que les impiden asimilar los nutrientes.

Estos datos desmienten al conseller de Salud, Boi Ruíz, quien el 3 de septiembre aseguró que en Cataluña no había casos de desnutrición y dijo que «hay malnutrición por malos hábitos, por obesidad o por otras cuestiones contra las que hay que luchar», pero insistió en que «no la hay por cuestiones económicas». Además, el conseller, en una respuesta parlamentaria al PSC publicada en el Boletín Oficial del Parlament de Catalunya el pasado 21 de enero, informó de que los servicios sanitarios del Instituto Catalán de la Salud atendieron en 2012 y hasta junio de 2013 a 91 niños «con diagnósticos clínicos ligados con la desnutrición», de los que diez tenían «un código social que recoge problemas relacionados con la falta de alimentos adecuados».

Un informe elaborado por la Secretaria de Salud Pública a petición del Sindic de Greuges, Rafael Ribó, indica que hay 660 menores que han sido diagnosticados con malnutrición, clasificados en códigos relacionados con circunstancias personales y sociales de riesgo, aunque no necesariamente han desarrollado una enfermedad. De estos 660, diez son «por problemas relacionados con la falta de alimentos», 95 por «problemas relacionados con la pobreza extrema» y 555 «por problemas relacionados con unos ingresos bajos». El informe señala que el total de menores atendidos por la atención primaria del ICS (Instituto Catalán de la Salud) cuando se extrajeron estos datos era de 883.523.

La Secretaría de Salud Pública informa al Síndic de Greuges -institución que el pasado verano denunció la situación y recibió muchas críticas del propio Boi Ruíz y otros miembros del ejecutivo catalán- de que el Servicio Catalán de la Salud ultima un protocolo para detectar y hacer un seguimiento de los casos de malnutrición infantil.