El Gobierno vuelve a rechazar de plano la oferta de Rubalcaba para reformarla
06 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.«La Constitución no es un corsé que nos impide movernos, es el marco donde las libertades y los derechos de cada español encuentran su acomodo y su amparo». Ese es el mensaje que lanzó ayer Mariano Rajoy por medio de un vídeo a quienes desde la oposición reclaman reformar la Constitución, que hoy cumple 35 años. El Gobierno volvió rechazar de plano la propuesta de Alfredo Pérez Rubalcaba de reformar la Carta Magna.
El presidente reconoció que lo jóvenes, en realidad los menores de 53 años, no pudieron votarla, pero desgranó los beneficios de que disfrutan gracias a ella: una España plenamente democrática, la entrada en la UE, sanidad, educación y pensiones universales y públicas, descentralización política o estabilidad institucional. Rindió homenaje a quienes la hicieron posible empezando por el rey, que «fue su gran inspirador», y a los políticos de uno y otro signo que «derrocharon generosidad y grandeza» para redactar un texto «en el que todos los españoles pudieran sentirse representados».
Antes, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría instó a Rubalcaba a que aclare en qué consiste el modelo federal que quiere introducir en la Constitución, al tiempo que volvía a descartar la reforma constitucional porque «falta un núcleo de consenso que permita tener garantías de llegar a buen término». No contempla abrir una negociación porque las propuestas de los diferentes grupos son «distintas, dispares e incluso contradictorias entre sí». La portavoz del Gobierno restó importancia a la prevista ausencia de los nacionalistas en las celebraciones de hoy, porque «no supone ninguna novedad respecto a anteriores convocatorias», y a la de presidentes autonómicos, pues la mayoría han expresado un «gran compromiso» con la Constitución.
Rubalcaba, por su parte, señaló que el PSOE celebra «satisfecho» y «orgulloso» el aniversario, pero también con la firme voluntad de afrontar con «valentía y responsabilidad» las reformas que necesita. Acusó al PP de romper «el espíritu y la letra» de la Carta Magna con su «contrarreforma en B», porque no lo dijo en su programa electoral, y de romper los acuerdos y la tolerancia heredados de la transición. «Estamos tan satisfechos que queremos reformarla, adecuarla para que viva otros 30, 50 o 100 años más», señaló.