El presidente del Gobierno ha reclamado al de la Comisión Europea que una delegación controle el blanqueo de capitales y el contrabando en el Peñón
19 ago 2013 . Actualizado a las 20:46 h.El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, pactaron hoy el envío, «tan pronto como sea posible», de una misión de la UE a la frontera con Gibraltar, en el marco de la tensión que Madrid y Londres viven en las últimas semanas.
Rajoy y Barroso «estuvieron de acuerdo en que una misión de información de la Comisión debería, tan pronto como sea posible, examinar in situ la situación de los controles y del movimiento de personas y bienes en la frontera», señaló la Comisión Europea. El primer ministro británico pidió el viernes a Barroso, también en el marco de una conversación telefónica, un envío rápido de los observadores prometidos.
Tras la conversación entre Rajoy y Barroso, La Moncloa puso el acento en el hecho de que el presidente del gobierno español invitó al Ejecutivo comunitario a enviar una delegación a la frontera para realizar «las verificaciones oportunas con un enfoque global». Esto es, un enfoque que vaya más allá de cómo se realizan los controles fronterizos y que tenga en cuenta un posible blanqueo de dinero y el contrabando. Rajoy «ha expresado la necesidad de verificar y controlar que la actividad económica de Gibraltar no vulnere la normativa relativa a blanqueo de dinero, contrabando y fiscalidad», indicó La Moncloa en un comunicado.
En Londres, un portavoz de Downing Street aseguró que su «preferencia» es «resolver» la actual disputa «por la vía de los medios políticos y a través del diálogo con el gobierno español». «Queremos alcanzar una resolución rápida que sea aceptable y ponga fin a estos controles fronterizos totalmente desproporcionados», dijo. «Haremos lo que tengamos que hacer para llevar esto a una conclusión satisfactoria», manifestó al ser preguntado sobre si Cameron confía en una solución rápida.
Según el gobierno español, Barroso no planteó durante su conversación con Rajoy «en ningún momento» aspecto alguno sobre la posible tasa de congestión -50 euros por entrar en territorio español- que Madrid estudia aplicar en la frontera con Gibraltar. Una posible medida que suscita también las críticas británicas. Horas antes, un portavoz de la Comisión Europea había señalado que toda tasa basada en el cruce de la frontera sería ilegal.
En su conversación con Barroso, Rajoy le transmitió la idea que el gobierno español reitera desde el inicio de este episodio: que España ejerce sus obligaciones legales al establecer controles aleatorios, proporcionales y no discriminatorios. Además le dijo que «el acto unilateral de lanzamiento de bloques de hormigón» por parte de Gibraltar «es inaceptable y supone una violación de la normativa medioambiental». España, que lo denunció ante la Secretaría General de la Comisión Europea por violación de la normativa medioambiental comunitaria, «espera que la Comisión responda a esa denuncia». El gobierno español «aplicará medidas legales en defensa de la propia legalidad española y europea y de los intereses de España y los españoles», volvió a advertir Rajoy.