Rajoy: «Me equivoqué al mantener la confianza en alguien que no la merecía»

ESPAÑA

El presidente del Gobierno niega que recibiera dinero negro, pero admite que cobró sobresueldos en función de sus cargos en el PP

02 ago 2013 . Actualizado a las 15:36 h.

«Me equivoqué». Cuatro años después de que el extesorero del PP Luis Bárcenas fuera imputado en el caso Gürtel, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha reconocido su error al mantener la «confianza» y «ayudar» a un «falso inocente». Ha asegurado que Bárcenas le engañó y que por ello dio crédito a una «persona de confianza en el partido». Justificaba así el hecho de no haber dicho nunca en todo este tiempo una palabra en su contra. «Me equivoqué, lo lamento pero fue así, al mantener la confianza en alguien que ahora sabemos que no la merecía», ha dicho el presidente. «Ese ha sido todo mi papel en esta historia», ha añadido, rechazando así todas las acusaciones realizadas contra él y contra su partido por el extesorero del PP. El jefe del Ejecutivo ha abordado el caso Bárcenas desde el inicio de su intervención, pero ha advertido de que solo ha acudido al Parlamento para evitar la erosión de la imagen de España que, según ha dicho, están causando este caso y la actitud de quienes difunden las «insidias» y «falsedades» lanzadas por Bárcenas y quienes «aplauden y jalean las marrullerías de las fotocopias, y quienes se erigen en jueces sin esperar a la verdad».

Liberado por fin de su estrategia de no designar por su nombre al extesorero del PP, Rajoy ha pronunciado la palabra Bárcenas decenas de veces. Ha asegurado que no tenía ninguna razón para desconfiar de él y ha admitido que no se limitó a confiar en él, sino que también lo apoyó. Lo hizo, según ha dicho, hasta que se conocieron las cuentas millonarias que el ex responsable de las finanzas del PP tenía en Suiza, algo que constituye un delito y una «deslealtad» hacia el partido. No ha aclarado, por el momento, por qué siguió comunicándose con él por SMS incluso después de que aparecieran esas cuentas.

Rajoy ha negado ha negado todas las acusaciones realizadas por Bárcenas aunque, según ha dicho, este está en su derecho de tratar de defenderse mintiendo con falsas acusaciones, mentiras e «interpretaciones de la media docena de verdades que emplea como cobertura». Respecto a los presuntos sobresueldos cobrados en el PP, entre otros por el propio Rajoy, según figura en los papeles de Bárcenas que investiga la Audiencia Nacional, ha admitido que en su partido se han pagado sueldos y remuneraciones complementarias en función del cargo y también gastos de representación. «Como en todas partes», ha añadido, sin concretar qué cantidades ni con qué periodicidad se recibían esos pagos. Lo que sí ha asegurado es que él declaró siempre sus ingresos a Hacienda. Ha recordado que sus declaraciones de los últimos 10 años son públicas. «Eso tiene bastante más valor que un renglón escrito al vuelo en un papel arrugado», ha dicho respecto a la supuesta contabilidad B del PP reflejada en los papeles de Bárcenas. No ha dado la misma garantía sobre que otros miembros de su partido hayan declarado todas las cantidades recibidas.. Pero eso es algo que, según ha dicho, solo puede saber Hacienda. «Si todo lo que aparece en los papeles de Bárcenas es tan cierto como en lo que a mí se refiere, estamos ante una asombrosa colección de falsedades que la Justicia aclarará», ha señalado.

Rajoy ha insistido en la necesidad de que se respete la presunción de inocencia y en advertir de que no es a él a quien corresponde la carga de la prueba, sino que deben ser quienes lo acusan los que deben probar sus acusaciones. A partir de ahí, lo que corresponde a su juicio es esperar a que la Justicia dilucide la verdad y no convertir el Parlamento en «una comisaría». Durante su discurso, Rajoy ha utilizado el recurso de introducir numerosas citas del líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, en las que defendía que no se puede culpar a un político sin pruebas ni pedirle que asuma responsabilidades políticas antes de que los hechos de los que se le acusa se demuestren como ciertos.

«No me amenace, señor Rubalcaba», ha dicho Rajoy respecto a la moción de censura que el PSOE prometió presentar si no comparecía en el Congreso. Según ha afirmado, no ha ido al Parlamento a rastras por esa amenaza, sino con el objetivo de impedir que se produzca «un daño incalculable a la imagen de España y a su crédito». Ha acusado por ello al líder del PSOE de tratar de «sabotear» la recuperación económica por «intereses partidistas» y por temor a no tener «tiempo político» para esperar a que se conozca la verdad. El presidente del Gobierno ha concluido diciendo que ni el caso Bárcenas ni ninguna otra cosa le harán variar el rumbo de su política y de las reformas emprendidas para salir de la crisis.