En libertad sin fianza el conductor del bus accidentado en Ávila

EFE

ESPAÑA

Está acusado de homicidio imprudente tras reconocer que se quedó dormido al volante. El número de fallecidos se eleva a nueve.

09 jul 2013 . Actualizado a las 04:51 h.

El conductor del autobús que volcó esta mañana en Ávila, causando nueve muertos, ha quedado en libertad sin fianza pero bajo vigilancia, tras ser detenido por la Guardia Civil acusado por homicidio imprudente. R.G.S., el conductor que ha reconocido que se quedó dormido al volante y ha dado negativo en los test de alcoholemia y drogas, quedó en libertad provisional, comunicada y sin fianza, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. El conductor es investigado por nueve posibles delitos de homicidio imprudente y como medida cautelar la juez le ha prohibido conducir vehículos de motor mientras dure la tramitación de la causa.

Tras visitar a los heridos ingresados en el Hospital Nuestra Señora de Sonsoles de Ávila, Fernández Díaz ha comentado que el conductor se encontraba en las dependencias del cuartel de la Guardia Civil de Ávila y que posteriormente pasaría a disposición judicial.

El bus bús de línea sufrió el accidente a las 08.45 horas, en la N-403, en Tornadizos, a unos seis kilómetros de la capital abulense, según confirmó en el lugar de los hechos el delegado del Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano. En el autocar iban unos 25 viajeros, además del conductor, que ha resultado ileso, y además de las víctimas mortales hay varios heridos de diferente consideración, algunos muy graves, según ha explicado Ruiz Medrano.

El autocar, de la empresa Cevesa, hacía la ruta entre Serranillos y Ávila capital, de unos cincuenta kilómetros, por lo que las víctimas proceden de esa zona del sur de la provincia abulense, y tenía «todo en regla», ha detallado el delegado del Gobierno regional en esta provincia, Francisco José Sánchez. Sánchez ha dicho que se puede hablar, por tanto, «de un lamentable accidente, sin perjuicio de las investigaciones posteriores».

El delegado del Gobierno ha precisado que la mayoría de los viajeros iban en la parte derecha del vehículo, que es la zona más afectada por el impacto, lo que ha provocado que varias de las víctimas salieran «despedidas y aplastadas» por el propio autobús. Ruiz Medrano se ha referido a estos «momentos tan delicados y complicados que está viviendo Ávila, la Comunidad y España», ha transmitido sus condolencias a las familias y ha aprovechado para llamar a la precaución en la conducción.

Hasta la zona se han trasladado numerosos efectivos de Tráfico, Cruz Roja, Protección Civil, Guardia Civil, la Unidad de Atención a Víctimas y equipos de psicólogos para atender a los familiares de los viajeros. Además, se ha habilitado el polideportivo municipal «Carlos Sastre» en la capital abulense para atender a los familiares. Entre los heridos, según el delegado del Gobierno, hay algunos en estado de shock, otros con heridas físicas y otros muy graves.

El lugar en el que ha ocurrido el accidente, en la N-403, la Ávila-Toledo, no «consta que sea un punto negro» en cuanto a concentración de siniestros, ha dicho la jefa provincial de Tráfico, Inmaculada Matías. Desde la Junta de Castilla y León se ha solicitado colaboración ciudadana para que las personas que no lo necesiten con premura no acudan a las urgencias de los centros sanitarios de Ávila.

Uno de los viajeros, Mario Alonso, de 22 años, vecino de Navalmoral, ha relatado que el conductor, que ha resultado ileso, según la Guardia Civil, iba, al parecer, «pasado de velocidad», y el autobús se ha salido por la derecha, en un cortado de piedra. El autobús no ha llegado a volcar del todo porque le ha sostenido el guardarrail. Alonso, que iba en la parte derecha trasera del autocar, ha explicado que se ha quedado encajado en esa zona.

La sala de operaciones del servicio de emergencias 112 ha desplazado al lugar del suceso tres ambulancias y dos helicópteros medicalizados y un equipo médico. A las 11.00 horas todavía permanecía el autocar en el lugar del suceso, a la espera de que una grúa retire el vehículo, que sigue sobre el guardarrail.