Grande-Marlaska: «Hay que lograr que cuando alguien se cruce con un corrupto cambie de acera»

ESPAÑA

Reclamó órganos especializados para afrontar este problema, durante su intervención en la Escuela de Poder Judicial, en el Pazo de Mariñán

27 jun 2013 . Actualizado a las 18:34 h.

Fernando Grande-Marlaska, presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional intervino ayer en los cursos de la Escuela de Verano del Poder Judicial que se están celebrando en el Pazo de Marinan, donde habló de la respuesta penal a la corrupción. En declaraciones a los medios al final de su disertación reiteró que la vía penal es «el último recurso» en la lucha contra esa forma de delincuencia organizada. Abogó por la vía preventiva, a base de «una Administración fuerte, seria, potente y profesionalizada, sustentada en el principio de legalidad que sienta el orgullo de que conseguir que cuando alguien se cruce con uno se cambie de acera».

Apuntó también que la corrupción y la delincuencia que va unida a la misma, «que es delincuencia organizada», exigen órganos especializados, tanto del ministerio fiscal, como en los órganos judiciales que realmente conozcan y sepan de esa realidad criminal y, en tal sentido puedan actuar eficazmente. «La especialización ?precisó- implica eficacia y eso generaría más confianza en la ciudadanía».

Preguntado sobre si la Audiencia Nacional, el órgano judicial en el que él presta sus servicios, está poniendo el mismo empeño en la lucha contra la corrupción que el que puso en la lucha contra las formas clásicas de delincuencia organizada, como el terrorismo y el narcotráfico, dijo no tener ninguna duda al respecto. «Todas son expresiones de la delincuencia muy graves y todas socavan los valores del Estado de Derecho», dijo.

Cuando se le preguntó como se compagina eso con el hecho de que haya procesos abiertos y sin visos de conclusión a la vista después de cinco años de instrucción dijo que eso ocurre «porque las investigaciones son complejas, se necesita la cooperación judicial internacional de muchos países, indagar cuotas corrientes, entramados societarios, testaferros y demás, no se hace de hoy para mañana».

No admitió la existencia de factores endógenos interesados en dilatar los procesos de corrupción . «Lo fundamental ?reiteró- es la complejidad de esos procesos y la necesidad de establecer muchos mecanismos distintos de cooperación. De existir alguno, lo que habría que hacer es remover cualquier tipo de obstáculo para dar respuestas eficaces en un tiempo razonable».