Zapatero dice en contradicción con Rubalcaba que no es urgente tocar la Constitución

Amparo Estrada SANTANDER / COLPISA

ESPAÑA

El expresidente cree que no es la cuestión primordial, sino que la «gran urgencia» es la tasa de paro

19 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Es la gran apuesta de su sucesor, Alfredo Pérez Rubalcaba, para aplacar las tensiones territoriales entre independentistas y partidarios de la recentralización, pero José Luis Rodríguez Zapatero, el expresidente del Gobierno que había prometido no inmiscuirse en la gestión política de quienes vinieran detrás de él, se atrevió ayer a decir que no cree que la reforma de la Constitución sea «la gran urgencia» en este momento. «Lo urgente es la tasa de paro», dijo.

El ex jefe del Ejecutivo tampoco rechazó de forma tajante esta apuesta del PSOE. Él mismo se despidió del Gobierno con una polémica reforma constitucional exprés para introducir como norma inamovible la estabilidad presupuestaria. Reforma que pactó con Rajoy en contra del criterio de su propio partido. Sin embargo, puso peros por las escasas posibilidades de éxito tanto en el fondo como en la forma. «El consenso es difícil y -alegó, además- no hay que pensar que las reformas pudieran ser milagrosas».

Quizá la gran diferencia entre Zapatero y la dirección del PSOE es que los actuales rectores del partido están muy preocupados por la deriva que han tomado las cosas en Cataluña, mientras que su exjefe de filas asegura que «no llegará la sangre al río» y se limita a recomendar «recuperar afectos y diálogos», integrando al máximo la pluralidad.

Apoyo a Rajoy

Dicho esto, recobró su tradicional discurso y mostró su apoyo a sus dos sucesores tanto en el Ejecutivo, Mariano Rajoy, como en el partido. Durante su intervención en un seminario de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, dijo, en relación a las primarias, que lo que ahora toca es apoyar a la dirección del partido. Y en clara discrepancia con las apariciones de José María Aznar, señaló que « cuando uno deja de ser presidente del Gobierno tiene que dejar la tarea pública a quien esté y hablar bien de tu país».