Urdangarin entra en la guerra de los correos

M. S-P. MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Mario Sorribas, apoderado, amigo y testaferro del duque, aporta 18 mensajes para intentar demostrar que el que mandaba en Nóos era Diego Torres

15 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Iñaki Urdangarin entra en la guerra de los correos que inició hace un año su exsocio. Pero no lo hace directamente, sino a través de Mario Sorribas, su amigo íntimo, la persona que desde hace años dirige la empresa que comparte con la infanta Cristina y su testaferro en la fundación de niños discapacitados usada para evadir capitales al extranjero. Sorribas, apoderado de Aizoon e imputado en este proceso, presentó en el juzgado 18 e-mails que se cruzó con Diego Torres para probar que era el exprofesor de Esade, y no el duque, quien regía Nóos, quien «mandaba y disponía» en la fundación sin ánimo de lucro acusada de desviar a bolsillos privados más de seis millones de dinero público.

En un escrito con el tono irónico que maneja la defensa de Torres, Sorribas dice haber «hecho un gran esfuerzo» para «hallar unos cuantos» correos con que evidenciar «la avalancha de falsedades pronunciadas por el matrimonio Torres-Tejeiro». En ellos parece quedar claro que es Torres el que llevaba la voz cantante desde los primeros años. Ya en el 2005, como jefe de grupo felicitando a los empleados por el primer gran acto con una Administración, el Valencia Summit. En esos documentos, se ve que es el exprofesor universitario el que imparte órdenes al personal de Nóos. Incluso quien propone que el yerno del rey escriba a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y al presidente Camps para «presentarles» el proyecto del primer Summit. Es también Torres el que supervisó los invitados a la cena de presentación de la cumbre deportivo-empresarial y el que recomendó no incluir «demasiados políticos de Madrid, en especial de la oposición».

Control de la comunicación

De las comunicaciones se infiere la continua preocupación de Torres por controlar toda la comunicación y prever toda respuesta a la prensa. En el 2004, poco después de que Urdangarin se incorporara a Nóos como presidente, mandó una circular a los responsables, incluido el duque, en que adoctrina en el trato con los periodistas.

Además, es Torres el que decide quién y a qué periodistas dan entrevistas, dando el visto bueno solo a los informadores que se muestran, en su opinión, dóciles y que citan a Nóos «como referente». Incluso, después del instituto, ya en la fundación de niños discapacitados, es Torres el que decide hasta cómo se cuelgan las noticias en la web para aparecer mejor en Google.