El gobierno de Ana Botella trata de borrar pruebas de que promocionó la macrofiesta

La Voz

ESPAÑA

06 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Desde el primer momento el Ayuntamiento se desvinculó de la macrofiesta y dio a entender que la relación con Diviertt era la de arrendador y arrendatario. Ana Botella anunció que «nunca más» toleraría una fiesta así. Sin embargo, solo horas antes la realidad era otra. El Ayuntamiento, a través de sus dos webs sobre eventos, se había volcado hasta el 31 de octubre, en promocionar la macrofiesta. De esas campañas en Internet, incluido notas de prensa, ya no queda nada. El consistorio borró de forma minuciosa en esos dos portales toda referencia al apoyo al Thriller Music Park, no así a otros eventos ya celebrados. Pero la policía logró recuperar esas páginas.

Por otra parte, el Ayuntamiento no dudó en violar su normativa para contratar con Diviertt, que, al tener una deuda con la Seguridad Social, no podía tener relación con las Administraciones según la ley de contratos del sector público. Pedro Calvo, edil responsable de Madrid Espacio y Congresos, gestora del Madrid Arena, lo desmintió y dijo que al ser una empresa, aunque sea pública, se rige por el derecho mercantil privado, y tal obligación no existe. Ocultó que las instrucciones internas de contratación de esta empresa pública lo prohíben expresamente.