Los últimos acontecimientos que se han sucedido en Cataluña han tenido un primer eco en Galicia. Una empresa gallega canceló un pedido a una firma tarraconense -Confeccions Joti SL, según detalla su propietario, Joan Oliveras, al Diari de Tarragona- «debido a la actitud de desprecio hacia Galicia de los gobernantes de Cataluña». Oliveras, que declina dar el nombre de su ya antiguo cliente, explica que este le envió un fax anulando un encargo por importe de 1.000 euros y en el que le aclara que ha decidido «suspender toda compra a empresas catalanas». El mensaje -remitido el 25 de octubre- concluye: «Rogamos no envíen el material pedido el 19/09/2012 pues no será aceptado». Oliveras, que no oculta su malestar por la poca antelación con que le llegó la contraorden, a pocos días de que el encargo fuese tramitado, teme que este supuesto boicot se generalice y extienda a otros compradores gallegos. «Tengo medio centenar de clientes en esa comunidad y sus encargos suponen un 17 % de la facturación total de mi empresa», lamenta Oliveras al Diari para relatar cómo su padre se topó también con el rechazo de un empresario leonés que no lo quiso recibir «por ser catalán». El propietario de la firma -con sede en Vilanova d?Escornalbou (Baix Camp)- dice que ha percibido un cambio de «la manía hacia Cataluña» hacia «la rabia» tras la celebración de la gran marcha independentista de la Diada. Joti comenzó a ofrecer sus productos en Galicia en un intento de diversificar su demanda tras el inicio de la crisis económica que la obligó a reducir personal. La empresa, que comenzó con las batas en 1967, centró su negocio en 1990 en los uniformes de trabajo.