Cañete reprende a Greenpeace por haber puesto vidas en peligro

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Los ecologistas hostigaron a un arrastrero y saltaron delante de su proa

19 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Una reprimenda en toda regla. Cañete ha dado un golpe encima de la mesa al saber de la última acción reivindicativa de la organización ecologista Greenpeace: la que el miércoles llevó a un grupo de activistas a hostigar con lanchas neumáticas a un pesquero de Tarragona, el Xarinola, ante el que incluso llegaron a tirar a un miembro del grupo para denunciar la destrucción medioambiental y socioeconómica que, a su juicio, provoca la pesca de arrastre.

Lo que Greenpeace infiere en una mesiánica campaña para salvar los fondos marinos y la pesca artesanal -que consideran la gran perjudicada de la actividad de los arrastreros- es, para la Secretaría General de Pesca, una acción temeraria con la que los medioambientalistas «han puesto en peligro vidas humanas». Ya no la de los pescadores, que también, sino incluso la de los propios activistas que realizaron maniobras peligrosas con las lanchas neumáticas, se arrojaron al mar frente a la proa del pesquero y lanzaron lanzar fragmentos de red a la hélice del buque para averiarlo, según el comunicado del ministerio y la denuncia que la cofradía realizó el miércoles ante la Guardia Civil.

Diálogo continuo

Agricultura ha cargado las tintas en este reproche porque, sostiene, el ministerio mantiene «un contacto fluido y constante con todos los sectores interesados en el ámbito de la pesca marítima, ONG ecologistas incluidas, para combinar tanto la protección del medio ambiente marino como las legítimas aspiraciones de los hombres de la mar de realizar un trabajo digno y sostenible a largo plazo». Ninguna otra organización ha recurrido a estas acciones para defender sus postulados: «No corresponde a un actor individual imponer sus criterios a todos los demás, menos aún por medios coactivos que difícilmente pueden calificarse de pacíficos por haber intentado obligar al pesquero a regresar a puerto sin nada que vender y sin salarios que distribuir».

Por eso el ministerio espera que estos incidentes no se repitan y que toda pretensión se canalice por la vía del diálogo.

Greenpeace, por su parte, ha negado las acusaciones vertidas por la Cofradía de Tarragona y dice que su acción contra el Xarinola fue pacífica, recoge Efe. Además, insta al pósito haga lo posible para que el sector deje de esquilmar los océanos y de destruir los ecosistemas.