Los obispos temen por la unidad de España

r. c. madrid / colpisa

ESPAÑA

Advierten de la amenaza de desintegración que suponen las propuestas soberanistas

05 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La Conferencia Episcopal expresó ayer una «gran inquietud» por la «desintegración unilateral» de España. Los obispos recogen esta preocupación en el documento Ante la crisis, solidaridad que aprobó la comisión permanente del Episcopado con 17 votos a favor y cuatro abstenciones -que todo apunta a que sean las de los cuatro prelados catalanes-. «Ninguno de los pueblos o regiones que forman parte del Estado español podría entenderse si no hubiera formado parte de la larga historia de unidad cultural y política de esa antigua nación que es España. Propuestas políticas encaminadas a la desintegración unilateral de esta unidad nos causan una gran inquietud», reza el documento suscrito por los obispos. El texto, además de defender la unidad de España, aboga por preservar al mismo tiempo «la rica diversidad de los pueblos» que conforman el país. Y es que, subrayan, el malestar social «no debería ser alimentado como excusa para la promoción de ningún interés político o económico particular». El portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, señaló que «la inquietud» de los obispos obedece a que «la posición unilateral» de los disgregadores «no tiene en cuenta el conjunto». Por todo ello, el portavoz hizo un llamamiento al diálogo entre todos los interlocutores para que la situación no sea irreversible.

El texto reconocen la legitimidad de los nacionalismos, pero siempre y cuando sus propuestas sean «verdaderamente cuidadosas del bien común». Eso sí, en ningún caso, ni el documento ni el portavoz, mencionan expresamente a Cataluña, evidente destinataria del mensaje.

El PSOE reaccionó de inmediato al posicionamiento de los obispos. Su portavoz parlamentaria, Soraya Rodríguez, se confesó decepcionada con la Conferencia Episcopal por haberse pronunciado sobre la unidad del país cuando «muchos españoles» esperaban que lo hiciera sobre asuntos que causan gran «sufrimiento» a los ciudadanos, como el aumento alarmante de la pobreza o los recortes en las prestaciones por desempleo.