Un órdago con futuro incierto

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El giro de Mas renunciando a la vía del pacto fiscal le fuerza a convocar unas elecciones que pueden complicar aún mas el mapa político catalán

21 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El cantado fracaso de la reunión de ayer entre Mariano Rajoy y Artur Mas abre un nuevo escenario político en Cataluña y en su relación con el resto de España lleno de incertidumbres.

¿Se adelantarán las elecciones en Cataluña?

Todo indica que sí. Artur Mas no quiso confirmarlo ayer, pero no tiene otra salida. Después de dar por enterrada la vía del pacto fiscal, con la que se presentó a los comicios, queda aprisionado entre el discurso del Gobierno y el de los otros nacionalistas catalanes que apuestan claramente por la independencia. Mas necesita unas elecciones para defender ese «proyecto nuevo» del que habló ayer. Las fechas más probables son el 25 de noviembre o el 2 de diciembre, algo que podría anunciarse tras el debate de política general que se celebrará la semana próxima en el Parlamento catalán.

¿Qué puede ocurrir en esas nuevas elecciones?

El mapa político catalán puede complicarse bastante. Es previsible que CiU aumente sus diputados actuales (62), pero no que alcance la mayoría absoluta (68). La formación de Gobierno sería compleja para Mas. La izquierda nacionalista le exigiría una apuesta clara por la independencia que probablemente CiU no estaría dispuesta a aceptar. El PP le exigiría garantías de que sus reivindicaciones se ciñan a la Constitución. Un escenario posible sería la gran coalición entre CiU y PSC, pero eso forzaría hasta el límite la tensión entre el PSC y el PSOE.

¿Qué puede ofrecer Rajoy a Cataluña?

En este momento, muy poco. Una de las principales causas del acoso de los mercados a España son las dudas de que las autonomías puedan cumplir sus compromisos de reducción del déficit. Abrir el melón del pacto fiscal tendría un efecto doblemente negativo. Por una parte, la perspectiva de que el Estado central reduzca aún más sus magros ingresos vía impuestos y por tanto su capacidad de recortar gasto. Por otra, la inseguridad que provocaría una Cataluña fiscalmente autónoma que no se sienta concernida por los compromisos de consolidación fiscal asumidos por el Gobierno español a largo plazo. Por eso, Rajoy trata de aplazar el problema ofreciendo una mejora genérica de la financiación de Cataluña en el próximo modelo, que debe negociarse en el 2013.

¿Qué posición política defiende el PSOE?

Rajoy es consciente de las dificultades de Rubalcaba para ubicarse en este debate. Y por eso se apresuró ayer a involucrarlo en el choque con Artur Mas. El PSC respalda el pacto fiscal, pero el PSOE no puede hacerlo sin soliviantar a sus votantes en otras comunidades. Rubalcaba opta de momento por atacar y tachar de irresponsables tanto a Rajoy como a Mas por ser incapaces de acercar posturas, pero sin proponer una solución, más allá del federalismo.

¿En qué consistiría el pacto fiscal?

La propuesta que aprobó el Parlamento catalán establece una fórmula fiscal muy similar a la que disfruta el País Vasco. Se trata de crear una Agencia Tributaria Catalana que recaudaría todos los impuestos en Cataluña, los autonómicos y los estatales. Se encargaría también de las inspecciones fiscales. Una vez cobrados todos los impuestos, la Generalitat solo devolvería al Estado un cheque exclusivamente con la parte proporcional por los servicios que el Estado presta en todo el territorio (Defensa, servicios diplomáticos, aeropuertos, etcétera). Además, aportaría otro cheque para contribuir a la solidaridad territorial, cuya cuantía pretende disminuir a menos de la mitad. El Parlamento catalán tendría también total capacidad normativa sobre la fiscalidad en Cataluña.

¿Cabe un sistema como el pacto fiscal en la Constitución?

Mas aseguró ayer que sí, que lo que planteaba no requiere que se cambie la Constitución y que bastaría con cambiar la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas, que deriva de la Constitución pero es interpretable. Hay juristas que comparten ese criterio, pero otros muchos no, dado que la disposición adicional primera limita la aplicación del sistema de concierto a los territorios forales. Pero, dado que la Carta Magna sí contempla un sistema similar para el País Vasco y para Navarra, es complicado negar que, si una mayoría suficiente lo apoya en el Parlamento, sería posible modificar la Constitución para instaurar en Cataluña lo que ya disfrutan otros territorios de España.

¿El conflicto por el pacto fiscal explica el auge del independentismo?

No. La reclamación de un pacto fiscal para Cataluña viene de lejos. CiU lleva años reivindicándolo y Artur Mas lo convirtió en el eje de su campaña. Y a pesar de eso, CiU no apoyó nunca la reclamación de independencia que siempre hicieron otras fuerzas nacionalistas como ERC en la Diada. La radicalización del discurso de Mas está vinculada a la crisis económica, que ha llevado a Cataluña a la situación límite de tener que pedir el rescate al Estado español. Para sus críticos, el órdago de Mas trata de ocultar su responsabilidad en una gestión que a pesar de durísimos recortes sociales no ha impedido la práctica quiebra de la comunidad. Para él y sus seguidores, esa situación crítica es precisamente lo que evidencia que el modelo actual de encaje de Cataluña en la España autonómica no es viable y hay que buscar otra fórmula.

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