Sheldon Adelson: el hijo de taxista que se hizo multimillonario

La Voz DAMIÀ S. BONMATÍ / EFE

ESPAÑA

El decimocuarto hombre más rico del mundo, según Forbes, cuenta con una fortuna de 25.000 millones de dólares

08 sep 2012 . Actualizado a las 10:54 h.

Hijo de taxista, el magnate que lidera el proyecto Eurovegas, Sheldon Adelson, de 79 años, es uno de los estadounidenses que más dinero ha hecho en menos tiempo, cuenta con una fortuna de 25.000 millones de dólares y es temido por su «agresiva forma de hacer negocios», según expertos del sector.

El decimocuarto hombre más rico del mundo, según Forbes, es también un activo judío que ha donado millones de dólares a organizaciones pro-israelíes y que ha contribuido con enormes cifras de dinero a la campaña de los republicanos en la actual carrera presidencial estadounidense.

Adelson (pronunciado «Addulson») es «una persona con quien es difícil trabajar y muy mandón», relató a Efe Bill Eadington, director del Instituto para el Estudio del Sector del Juego y que trata a menudo con extrabajadores del magnate.

Apasionado de los aviones y propietario de varios jet privados, también es un hombre extravagante y de humor ácido: antes del verano, un inversor le preguntó por el proyecto español y él dijo que, de España, le encantan la comida y las tapas.

Entre el 2004 y el 2005 su riqueza creció un 283,3 %

«Adelson fue el multimillonario que se enriqueció más rápido, al menos desde los ochenta», destacó a Efe Peter Bernstein, coautor de un libro que en 2008 analizó las historias de los hombres más ricos del país. Entre el 2004 y el 2005, en tan solo un año, su riqueza creció un 283,3 %.

«Ciertamente, es un ejemplo del sueño americano en el sentido de que ha empezado de la nada y se ha hecho muy rico», subrayó.

Hijo de emigrantes judíos de la Europa del Este, Adelson es considerado un hombre hecho a sí mismo y con visión empresarial desde niño.

Creció en una casa de tan solo una habitación, abandonó los estudios, con 12 años vendía periódicos y con 16 montó un negocio con máquinas de gominolas, según la revista The Atlantic.

Con los años también vendería material de aseo para hoteles junto a su hermano y estuvo en el negocio de las hipotecas.

Pese a no entender de ordenadores, él y un par de amigos de su barrio de Boston, que se hacían llamar «los chicos», montaron en los ochenta Comdex, una feria de informática que durante un par de décadas tuvo fuerza en Las Vegas, recordaba The New York Times.

En Las Vegas, la llamada «ciudad del vicio», fue donde Adeldon protagonizó su verdadero ascenso, que lo enriqueció hasta competir con Bill Gates y Warren Buffett por ser el hombre más rico de Estados Unidos.

Es en esta ciudad cuando, el 26 de noviembre de 1996, Adelson marca un antes y un después en su forma de hacer negocios, de concebir los casinos e incluso de ser rico.

Recogen las guías turísticas de Las Vegas que lo hizo a lo grande. Con fuegos artificiales, el empresario mandó demoler el anciano hotel Las Vegas Sands, se desvinculó de sus socios y, pese a entrar en una edad propia de la jubilación, inició un nuevo proyecto llamado Venetian.

Ese hotel, que abrió en 1999, se convirtió en la primera piedra del actual imperio del juego liderado por Adelson, Las Vegas Sands.

Y ya entonces en la ciudad americana ni el proyecto ni su mentor pasaron inadvertidos.

Adelson se hizo notar porque no le tembló el pulso para enzarzarse con proveedores, trabajadores y especialmente con los sindicatos, en algunas ocasiones en los tribunales.

Se convirtió en el primer complejo de la zona sin representantes sindicales entre su fuerza laboral, dicen los medios estadounidenses.

Y el proyecto no pasó inadvertido, porque revolucionó el modelo de casino: el objetivo era captar hombres de negocio.

El Venetian acabó con las habitaciones vacías que incitaban a bajar a las mesas de juego, e incorporó el minibar, el entonces preciado fax y todo lo que hiciera falta para mejorar la estancia al cliente y hacerla compatible con el trabajo.

El imperio de los casinos ha crecido hasta los nueve complejos actuales en Estados Unidos, Macao y Singapur.

Con la crisis del 2008 su compañía, Las Vegas Sand Corp. se acercó a la bancarrota

Del mismo modo que a principios del nuevo siglo fue el norteamericano que enriqueció más rápido, con la crisis financiera del 2008 también fue uno de los más veloces perdedores, hasta el punto de que la compañía se acercó a la bancarrota.

También han ensombrecido su expediente empresarial varias investigaciones abiertas sobre posible blanqueo de dinero y supuestos sobornos en China.

Pero haber apostado por Asia ha sido clave para que Adelson vuelva a estar entre los ricos más ricos y que Las Vegas Sands sea considerada la más extensa compañía estadounidense del juego.

«Su apuesta ha sido extraordinariamente exitosa en Macao y en Singapur, consiguió de forma sorprendente la licencia para instalarse allí y han funcionado muy bien pese a la gran recesión», apunta el director del Instituto para el Estudio del Sector del Juego.

Ahora la nueva apuesta multimillonaria de Adelson está en Madrid.