Ruiz-Gallardón ha ido de polémica en polémica por sus declaraciones y contradeclaraciones en relación al aborto. El ministro se defiende: «A mucha gente le ha sorprendido que la defensa de los derechos de la mujer haya sido una bandera enarbolada por un Gobierno del PP, muchos pensaban que era un monopolio de la izquierda y que nosotros íbamos a hacer un discurso exclusivamente sancionador con la interrupción del aborto; irrita más a la izquierda que yo hable de defender derechos de la mujer, eso demuestra que hemos acertado en el planteamiento».
-¿Pero cree que una mujer que no es madre no es una mujer completa?
-Como dijo Azaña, la libertad no hace felices a los hombres, pero los hace hombres. No entiendo por qué ese planteamiento aplicable al ser humano se tenga que excluir de la mujer.
-¿No cree que el aborto es un derecho de la mujer?
-No hay doctrina en estos momentos, ni siquiera del Tribunal Constitucional, que establezca que el aborto sea un derecho. La mujer tiene derecho a su dignidad y a su proyecto vital. El aborto es un trauma para la mujer, es un mal en todo caso. Y en segundo lugar, la obligación del legislador es que cuando una mujer tiene un embarazo no deseado permitir, si su opción es la maternidad, que no haya ninguna razón económica, laboral o de presión social que le impida ejercer ese derecho. Si pese a todo, la mujer decide seguir adelante con la interrupción, el legislador tiene que establecer en qué supuestos esa conducta no es ilícita.