Rubalcaba asegura que los resultados marcan el inicio de un cambio de ciclo

La Voz

ESPAÑA

27 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

En la sede de Ferraz se respiraba ayer euforia tras lo que Elena Valenciano calificó como «balón de oxígeno» para su partido. Alfredo Pérez Rubalcaba compareció ayer, satisfecho y sonriente pero tratando de evitar el triunfalismo, para apuntarse el tanto de unos resultados que considera un castigo al Gobierno y un premio a su labor opositora, y que, sobre todo en Andalucía, han sorprendido incluso a la propia dirección socialista.

El secretario general señaló que los resultados electorales demuestran que el PSOE es «un partido fuerte, con el que siempre hay que contar y al que no se puede ignorar». Aseguró que el 25-M marca un cambio de ciclo, en el que «muchos ciudadanos le han dicho al PP por aquí no y le han puesto unas líneas rojas claras». Para Alfredo Pérez Rubalcaba, la pérdida de votos de los populares responde a que el Gobierno de Mariano Rajoy «está haciendo cosas bien distintas de las que dijo que iba a hacer» y a que «muchos ciudadanos se han dado cuenta de que está aprovechando la crisis para hacer su particular ajuste de cuentas con el Estado de bienestar».

Griñán y Fernández: manos libres

Consideró que era un «buen día» para el PSOE ya que puede gobernar en Andalucía y Asturias, mientras el PP lo tiene «muy difícil» en ambas comunidades, aunque añadió que solo es «un paso adelante» en el camino para recuperar la confianza de los españoles. Rubalcaba señaló que tanto José Antonio Griñán como Javier Fernández tienen las manos absolutamente libres para negociar con IU los pactos poselectorales, para lo que cuentan con el respaldo de su ejecutiva. Pero también que no está dispuesto a cambiar su estrategia de «oposición útil», que dijo avalan los resultados obtenidos por los socialistas en las elecciones.

Al mismo tiempo señaló que dos diarios -Financial Times y The Wall Street Journal- aseguran algo que comparte, que «Rajoy ha ocultado sus presupuestos para intentar ganar las elecciones en Andalucía y Asturias, y no solo no le ha salido bien sino que además ha hecho daño a la economía española».