Rajoy dice que si gobierna aprobará un plan que a mucha gente no le gustará

Antonio Montilla ZARAGOZA/COLPISA.

ESPAÑA

Entre las medidas que pretende adoptar incluye un «duro ajuste» de las Administraciones públicas

18 dic 2010 . Actualizado a las 02:06 h.

Mariano Rajoy dejó claro ayer que no prevé llegar a la Moncloa con una varita mágica que solucione de un día para otro los problemas económicos de España. Es más, avisó de que llegarán tiempos más difíciles en los que los gobernantes tendrán que hacer más con menos. Hasta aquí, nada nuevo en los posicionamientos del PP. La novedad es que Rajoy, en la clausura de la intermunicipal que su partido ha celebrado en Zaragoza, comenzó a marcar su hasta hora opaca hoja de ruta para sacar a España de la crisis.

Anunció que si llega a la Moncloa lo primero que hará será presentar un plan económico en el Congreso con una vigencia de cuatro años, «para que la gente sepa a qué atenerse». Y no será, precisamente, una decisión amable. Es más, Rajoy advirtió de que estas medidas «a lo mejor no le gustan a algunos, o no le gusta a mucha gente, o a nadie». Sin embargo, el líder del PP las defenderá porque «al menos dará seguridad y certidumbre, porque hay un Gobierno que sabe lo que va a hacer».

Rajoy, como suele ser habitual, no detalló su estrategia económica, pero sí dio algunas pistas. Pertrechado en que «habrá que hacer más con menos» en el futuro, destacó que habrá que hacer en las Administraciones públicas el «duro ajuste» que ya ha hecho el sector privado en España. Esto significa que el PP estudia la necesidad de adelgazar las Administraciones públicas. Rajoy ha reiterado en varias ocasiones la necesidad de acotar las competencias autonómicas para que no haya duplicidad, lo que permitiría reducir el número de empleados públicos.

El jefe del principal partido de la oposición hizo estas revelaciones tras realizar un diagnóstico con tintes negros sobre la coyuntura actual de la economía española. De hecho, fuentes populares aseveran que aún no se puede descartar un rescate por parte de la Unión Europea.

Rajoy, durante su alocución, no llegó a tanto, pero insistió en la necesidad de «decir la verdad» a los españoles como paso previo a la toma de estas decisiones difíciles. Declamó que «no descubre nada» al afirmar que España atraviesa «una mala situación económica» que achacó a la «barra libre» instaurada por Zapatero.

En alusión a las decisiones adoptadas por el Consejo Europeo para blindar la moneda única, señaló que lo mejor que le puede pasar al euro es que el Gobierno de España sea «serio, austero, fiable y haga reformas económicas». Al hilo de esta reflexión, lamentó que el Consejo Europeo haya tenido que celebrarse para ayudar a algunos Gobiernos que «como el español generan desconfianza dentro y fuera de España».