Una jornada atípica donde fallaron desde los sistemas hasta los ascensores

E.?S.

ESPAÑA

18 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

En una jornada atípica, donde fallaron hasta los ascensores -lo que provocó que doce diputados llegaran tarde a la sesión- y donde erraron los servicios de la Cámara en el procedimiento, la primera votación tuvo un resultado de 180 votos a favor, 150 en contra y siete abstenciones. Pero el presidente del Congreso, José Bono, advirtió entonces de que el resto de enmiendas del Senado sobre las que también había que pronunciarse no estaban incluidas en el cuaderno de votaciones. «Al mejor escribano se le escapa un borrón», dijo para justificar el error. Las dos enmiendas que faltaban se votaron y, tras un rifirrafe entre el portavoz del PSOE, José Antonio Alonso, y la del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, sobre la conveniencia o no de repetir la votación de la ley entera, se optó por volver a hacerlo.

Jolgorio

La sorpresa se extendió entonces por la Cámara cuando el apoyo subió de 180 hasta los 192 diputados, resultado acogido con carcajadas, aplausos, vítores y gran jolgorio por parte de los socialistas. No tardó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en agradecer «el regalo de Navidad» a CiU y, a la salida del pleno, le dijo sonriente a una diputada: «El favor ha sido inmenso».

Para el secretario general del grupo socialista, Eduardo Madina, lo ocurrido ayer fue «la cosa más divertida de toda la legislatura». «A quien madruga Dios le ayuda», repetía por su parte el presidente del Congreso.