La sequía pone a prueba la resistencia del lúpulo gallego

Rubén Santamarta Vicente
r. santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Luis Gude

Arranca la cosecha de las plantaciones experimentales que promueve Hijos de Rivera

02 sep 2016 . Actualizado a las 22:46 h.

Galicia fue hace medio siglo un lugar pionero en la plantación del lúpulo, en las mariñas coruñesas. Hoy, con León y Baviera (Alemania) como potencias mundiales, este oro verde es una rareza en la comunidad que trata de revitalizar la gran empresa cervecera de todo el noroeste, Hijos de Rivera, para ediciones especiales de sus productos .

Este años se esperan cosechar unos 2.500 kilos de esta flor (una cifra similar a la del año anterior) en las plantaciones que tienen en Mabegondo la empresa y el CIAM, un centro de investigación agraria. El proceso de recogida de estas trepadoras se ha iniciado esta semana, y ha estado muy pendiente del tiempo. «Primero, con lo que llovió en el primer semestre la tierra no alcanzaba la temperatura adecuada. Y en julio y agosto, en cambio, la sequía ha afectado mucho, hemos tenido que meter mucha agua. Ha sido un año muy complicado», resume José Luis Olmedo, responsable de este proyecto. Nada que no hayan sufrido otras plantaciones, como patata, uva o manzana.

«Aquí hay un clima y un suelo muy bueno, pero este cultivo de ahora no tiene que ver con de hace 40 o 50 años, ahora en Galicia el lúpulo se riega mucho, y antes apenas se hacía», explica el especialista.

La planta, cuenta, ha logrado ir trepando, pero «de forma débil», agrega. Con todo, el resultado, añade, es de una riqueza en la línea de años anteriores. Por cierto, que esta ocasión se han utilizado cuerdas de cáñamo cultivado en Quiroga (Lugo). No es la única novedad. En la experimental cosecha de apenas dos hectáreas se recogerá por primera vez en España una variedad, la británica admiral, que se suma a otras cinco ya consolidadas. Además de lúpulo totalmente ecológico, que sirve también para ediciones extraordinarias de Estrella, que para sus cervezas convencionales se sirve principalmente de lúpulo llegado de León. La plantación de Mabegondo «es casi testimonial», dice Olmedo, pero lo cierto es que alrededor de este proyecto, nacido en el 2004, se han instalado ya otras empresas. Fuera de Mabegondo se cuentan otras cuatro hectáreas.