Una clase maestra de lo más «british»

Rubén Nóvoa Pérez
rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Se declara fascinada de la sociedad inglesa tras cuatro años en Brístol

19 nov 2014 . Actualizado a las 11:30 h.

Lo que comenzó como una experiencia de vida y algo temporal va camino de convertirse en una historia duradera. Tras cuatro años de estancia en Brístol, una ciudad portuaria del suroeste de Inglaterra, Uxía Iglesias se reconoce «fascinada» con muchos de los aspectos de la sociedad inglesa. «Los buenos modales, la forma ordenada en la que hacen la cola para esperar el autobús, la cantidad de té que beben, el humor sarcástico».

Habla con conocimiento de causa, ya que está plenamente integrada en su sociedad al dar clases de castellano en un instituto de Secundaria. Asegura que el sistema educativo es muy distinto al que tenemos en España: «Enseñamos lengua mediante juegos, actividades fundamentalmente comunicativas, de expresión oral y auditiva. En definitiva, menos gramática y más lengua real». Otra de las diferencias que encuentra entre ambos modelos es la relación entre el profesorado y el alumnado: «Es muchísimo más cercana que allí, lo cual me parece maravilloso». No son, sin embargo, todo loas y Uxía encuentra algunos peros: « Uno de ellos es la grandísima burocracia que requiere esta profesión».

Con su experiencia en Brístol, la docente ourensana asegura que se ha sacado de encima unos cuantos estereotipos sobre la sociedad británica. Uno de ellos es el que se refiere a su gastronomía: «Tienen platos tradicionales que están de rechupete como el sunday roast (asado de domingo), el cottage pie (pastel de carne) o la apple pie (tarta de manzana). Lo bueno de aquí es que puedes encontrar tiendas y restaurantes de innumerables países, aunque la comida es más cara que en Galicia».

Como buena gallega, Uxía Iglesias no es ajena a la morriña. Cuando se le pregunta por lo que más echa de menos, responde sin dudar: «La gente. Su chispa, la retranca. Cada vez que voy a Ourense de visita me cuesta más volver. En un futuro espero que sea posible, aunque de momento voy a aprovechar todas las posibilidades que me brinda esta ciudad». Si se tiene que poner en el papel de guía de Brístol destaca la «gran cantidad de grafitis increíbles, la calle Gloucester llena de pequeñas tiendas locales y bares, el precioso puente colgante y las casitas de colores del barrio de Clifton». Advierte que Brístol está llena de cuestas, aunque eso no le impide desplazarse en bicicleta a todos lados. Esta ciudad portuaria fue declarada Capital Verde Europea 2015.

Consejo

Por su experiencia ya de cuatro años en Inglaterra, Uxía tiene muy claro cuál sería su primer consejo para alguien que se esté planteando una de decisión de este tipo: «Le recomendaría que abriera su mente y se dejara empapar por todo lo bueno que otras culturas ofrecen. No me gusta la idea de mezclarme solo con gente española por eso mi grupo de amistades aquí es internacional. La mayoría son ingleses y muy majos, por cierto».

Obviamente para Uxía el idioma no es un problema. Todo lo contrario, se declara fascinada por el acento de Brístol. «Lo comparo con el de nuestras variedades dialectales y lo asocio al de Vigo, la ciudad donde estudié. Los bristolianos son cantarines como nosotros y pronuncian las erres de forma peculiar», concluye la profesora ourensana afincada en esta ciudad británica.

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