Berlín: Una ciudad «a flor de piel»

DAVID CATÁ

A MARIÑA

18 nov 2014 . Actualizado a las 13:48 h.

Hace aproximadamente mes y medio que me he mudado a Berlín y sin duda, ha sido uno de los meses más intensos que recuerdo. Emociones a flor de piel, proyectos artísticos, clases de alemán, gente nueva e interesante? y la gran conocida morriña gallega, que en ocasiones invade todos y cada uno de los poros de mi piel. Berlín es una ciudad que sorprende a cada paso que das, muy dinámica y cultural. Es imposible salir de casa sin encontrar algo que hacer o ver.

Uno de los instantes más emotivos para mi fue uno de esos momentos inesperados, de los que te sorprenden y logran erizar todo el vello de tu cuerpo. Todo ocurrió cuando me dirigía a la inauguración de una exposición, acompañado de mi gran amiga y fotógrafa Irene Cruz. Por el camino, tropezamos con una iglesia contemporánea de forma octogonal, conocida popularmente como «La polvera». Sus vidrieras de distintas tonalidades de azul llamaron tanto mi atención como para no poder resistir el entrar en ella. Pero lo que verdaderamente me dejó anonadado fue que en su interior una orquesta estaba dando un concierto. Esa acústica en un entorno semejante fue inspirador. Esto es lo que más me gusta de Berlín, su capacidad de sorprender, de derribar muros y de hacerte sentir vivo.

Nueva aventura

Movido por todo lo anterior, y dejándome llevar por esta nueva aventura, estoy inmerso en pleno proceso creativo, trabajando en varios proyectos artísticos que pronto verán la luz, como la publicación de dos fotolibros. El primero se presentará en diciembre con motivo de «LUFT: I Feria de Fotolibros», en O2Gallery (Madrid) y el segundo podrá verse en enero, a raíz de la exposición individual, comisariada por Jesús Micó, que realizaré en la Sala Kursala de Cádiz. Berlín, una ciudad que más allá de acogerme, ofreciéndome entre otras muchas cosas mi primera exposición individual en el extranjero el próximo febrero en la Galería Kleiner Salón, me está abriendo las puertas a un mundo nuevo, a un abanico de emociones y sensaciones todavía por descubrir.