Cargos del partido ven probable que Feijoo mantenga a la mayor parte de su equipo actual en la próxima legislatura
28 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El nuevo Gobierno gallego tomará posesión a finales de octubre o comienzos de noviembre, después de la constitución del Parlamento gallego elegido en las urnas el pasado domingo. Si hay cambios, de acuerdo al estilo discreto de Feijoo, lo más probable es que no se conozcan hasta última hora, aunque cargos del partido esperan que el nuevo Ejecutivo sea continuista y sigan en su puesto la mayor parte de los componentes del actual Gobierno.
Lo más probable es que el futuro equipo cuente con diez consellerías, como el actual. El presidente ya ha anunciado que no aumentará su número y todo indica que se evitará una reducción a ocho departamentos, como la aprobada en el 2011, en plena crisis. Aquel recorte, pensado para minimizar gastos e impulsar la austeridad en la Administración, también impuso un elevadísimo ritmo de trabajo al Gobierno.
Aunque sin entrar en detalles, el propio Feijoo dio algunas pistas que apuntan hacia el continuismo del actual equipo después de la reunión del comité de dirección del PP celebrada el lunes, tras la que señaló que está «muy orgulloso» y «muy satisfecho» del Ejecutivo y añadió que todos merecen formar parte del Parlamento, dada su experiencia. Sin embargo, señaló que no sabe «si seguirán todos» y recurrió a un símil futbolístico para evitar abundar en el asunto: «Todo el mundo sabe que en los partidos importantes las alineaciones se hacen antes de salir al campo».
No le van a faltar posibles titulares. El presidente del PP de Pontevedra, Alfonso Rueda, actual vicepresidente y conselleiro de Presidencia en funciones, señaló ayer que está «muy cómodo» desempeñando tareas de gobierno, y que por lo tanto estará «encantado» de continuar si Núñez Feijoo decide contar con él. Durante la campaña electoral, también la conselleira de Medio Ambiente en funciones, Beatriz Mato, se mostró dispuesta a continuar en el Ejecutivo, siempre que obtuviesen la victoria y que el presidente lo quisiera: «Me gustaría que volviese a confiar en mí, pero entenderé lo que decida porque, siempre que toma una decisión, acierta» afirmó entonces.
Además de la opinión de los cargos del PP y de las palabras de Feijoo elogiando a su equipo actual, hay otros indicios que apuntan a un Gobierno continuista. Por una parte está el hecho de que el Ejecutivo en funciones aún no ha cumplido un año. Fue conformado en octubre del 2015 e incluyó la creación de una nueva consellería de Política Social, de la que se ocupó el exalcalde de Ferrol José Manuel Rey Varela, y el relevo de la titular de Sanidade, Rocío Mosquera.
Esa remodelación fue planteada como parte de la reacción a la bajada electoral de las municipales y buscaba dar respuesta a los problemas sociales causados por la crisis -de ahí el departamento de Rey Varela- y dar aire al Gobierno con caras nuevas.
Solo cuatro cambios
También está el hecho de que Feijoo es poco aficionado a remodelar sus equipos a la primera de cambio. En sus ocho años al frente de la Xunta solo ha lanzado cuatro cambios en el Ejecutivo y, con la excepción de las modificaciones del 2015, siempre han sido para dar respuesta a otras necesidades. Un ejemplo, el más extremo, fue la marcha de Agustín Hernández, anterior titular de Territorio e Infraestruturas, a la alcaldía de Santiago, después de que siete concejales tuviesen que dimitir como consecuencia de una investigación judicial en la que finalmente fueron declarados inocentes.