Errejón y Garzón piden en A Coruña sonrisas contra el «discurso del miedo»

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns LA VOZ / A CORUÑA

ELECCIONES 2016

Con la ausencia de Beiras en el acto central de En Marea, el segundo de Iglesias pidió al PSOE que se sume al gobierno el 26J y que no lance «una moneda al aire»

20 jun 2016 . Actualizado a las 01:21 h.

Unas tres mil personas se acercaron esta mañana hasta los jardines de Méndez Núñez, en A Coruña, para escuchar a algunos de los referentes de la coalición En Marea, que por primera vez en la campaña recibieron la «visita do Estado español» de dos de los protagonistas más mediáticos de Unidos Podemos, Íñigo Errejón y Alberto Garzón. Fue un acto de equilibrios, con palabras para todas las patas de la coalición gallega e intervenciones de sus líderes Carmen Santos (Podemos-Galicia), Yolanda Díaz (Esquerda Unida) y el segundo de Anova, Antón Sánchez. Solo faltó Beiras, que a la misma hora estaba en Salceda de Caselas, en el otro extremo de Galicia.

Optimistas, espoleados por las encuestas dominicales y alternando a coro el «hai marea» y el «sí se puede», todos los que intervinieron alertaron de la intensidad creciente del «discurso del miedo», que invitó a vencer la vicepresidenta valenciana Mónica Oltra, muy aplaudida por sus irónicas críticas a Rajoy, «que también cobraba en sobres». Desde la «periferia mediterránea a la periferia atlántica», animó a los gallegos a terminar el próximo domingo con un Gobierno, el del PP, que a su juicio ha gobernado para las élites y dar paso a otro «a la valenciana».

Yolanda Díaz fue la encargada de presentar a Alberto Garzón, quien aseguró que su brújula «no son las encuestas» sino sus ideas, con las que cree que se puede batir al Partido Popular, «una organización preparada para delinquir y satisfacer a la oligarquía, para los que siempre hay dinero». El líder de Izquierda Unida, la gran novedad en Podemos con respecto a las elecciones de diciembre, apeló a una movilización «intergeneracional» en la calle y alabó el esfuerzo de lucha del pueblo gallego, desde las revueltas Irmandiñas «hasta Nunca Máis». Garzón, que está convencido de que en España «se puede trabajar menos y cobrar más», pidió un esprint final para consolidar el próximo domingo un país en el que «nadie se marche para tener una vida digna».

Marcos Míguez

En el acto abierto, con pocos símbolos entre el público y constantes aplausos, habló de cuestiones más cercanas el alcalde de la ciudad, Xulio Ferreiro, quien no vio en el escenario «paracaidistas, senón compañeiros con obxectivos políticos comúns». El regidor afirmó que la «ilusión sigue intacta» dos años después y, como sus colegas, pidió sonrisas para combatir el miedo, «que agora o teñen eles». Ferreiro puso de ejemplo la capacidad de gestión de los concellos, en los que «non hai xaula de grilos» y que, dice, funcionarán aún mejor con «aliados» en la Xunta y con «Pablo (Iglesias) en la Moncloa».

Cerró el acto un jaleado Íñigo Errejón, quien agradeció la «lección de humildad» que está ofreciendo la gente de la calle e invitó a «disfrutar» la campaña y una victoria que «estamos rozando con los dedos». Hizo varias menciones a las encuestas y se mostró convencido de que ya están muy cerca del PP, y por ello pidió un esfuerzo final para «ese puñado de votos» que pueden decantar escaños en las provincias. Le mandó, como antes hizo Ferreiro, un recado al PSOE, al que conminó a definirse para formar Gobierno «sin lanzar una moneda al aire».