El PP usa los problemas judiciales de Besteiro para atacar a Sánchez

serafín lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

ELECCIONES 2016

SANDRA ALONSO

El secretario xeral del PSdeG ve «baixeza moral» en Feijoo, «indigna dun presidente da Xunta»

12 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Las casualidades son una moneda al aire que la política no puede permitirse, y menos en campaña. Por eso en los ataques que el PP dirigió ayer contra el líder del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, no intervino el azar, sino el ánimo de los populares de buscar el desgaste del socialista al rebufo de las supuestas presiones de su abogado, Cándido Conde-Pumpido, a la jueza que lo imputó en el caso Garañón, Pilar de Lara. Feijoo, Alfonso Rueda y Elena Candia fueron los arietes de una ofensiva que Besteiro ha interpretado como la señal de que «o cambio está máis cerca».

El presidente de la Xunta consideró que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, debe aclarar «se mantén a confianza» en Besteiro, «non só polas súas imputacións, senón pola estratexia de defensa do seu avogado». Feijoo se mostró irónico al ser interpelado por los periodistas sobre el correo que Conde-Pumpido remitió a la jueza hace año y medio. «O máis importante non é o que me pareza a min, senón a Pedro Sánchez. Saber a súa opinión sobre esa forma de presionar á xuíza que instrúe a causa do secretario xeral socialista», recalcó.

También el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, envió la pelota al tejado de Ferraz. «A pregunta ao señor Sánchez é se tamén está totalmente convencido e pensa que é normal esa desvinculación que tan alegremente fai o señor Besteiro do avogado que o representa», indicó. Más lejos llegó la portavoz del grupo provincial del PP de Lugo, Elena Candia, que descalificó el supuesto comportamiento del abogado como «máis propio da mafia que dun Estado democrático».

Besteiro respondió a los ataques recordando a Feijoo las protestas de los marineros del cerco, de los ganaderos y de las familias «que van ao norte de Portugal para buscar a vacina da meninxite para os fillos». «Se eu fose presidente da Xunta estaría máis preocupado por iso que por calquera outra cousa», objetó. «Feijoo tenos acostumados á baixeza moral, indigna dun presidente da Xunta, e nesta campaña orquestada non ía ser menos», alegó.