Feijoo irrita a Besteiro al llamar a los socialistas a un pacto antimareas

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

ELECCIONES 2016

Ed Carosía

El líder del PP convoca a los votantes a ir a un «gobierno de todos» y evitar una «Galicia de las minorías» y el PSdeG desdeña la concertación con una derecha «radical»

20 may 2015 . Actualizado a las 14:30 h.

El empuje experimentado durante la campaña por algunas mareas políticas, especialmente en A Coruña y en Santiago, puso ayer en guardia al Partido Popular, que está obligado a defender las alcaldías en ambas ciudades y que, en su empeño, reclamó formar una «gran coalición» con los votantes del PSOE que rechacen entregarle el gobierno a las coaliciones instrumentales formadas por las fuerzas agrupadas en AGE. La propuesta fue esbozada por el líder de los populares, Alberto Núñez Feijoo, en todos los actos en los que participó ayer, aunque lo único que logró con ello fue irritar al número uno del PSdeG, Gómez Besteiro, que descartó cualquier alianza con un partido al que considera «absolutamente radical».

Tanto Feijoo como Besteiro continuaron ayer inmersos en esa estrategia dirigida a captar al electorado más atemperado y de centro, pues tienen la convicción de que su movilización puede ponerle coto al auge de los extremismos que, en su opinión, representan las mareas o Podemos.

El jefe de filas de los populares actuó ayer en Nigrán y en Vilalba, localidades desde las que lanzó el mismo mensaje. Si no es posible establecer una coalición con los dirigentes socialistas para frenar a las formaciones más extremistas, toda vez que Ferraz dijo que excluiría tanto al PP como a Bildu de sus posibles alianzas, lo que plantea Feijoo es una coalición «cos votantes do PSOE que rexeiten que o seu partido entregue os gobernos» a las mareas o a las coaliciones apoyadas por Podemos. El mandatario autonómico considera que la «coalición» a la que él alude ya existe: «Está na Constitución, no Estatuto, constituíndo a guía de convivencia unida que as minorías rexeitan».

En Lugo, Feijoo afeó al partido de Besteiro que «está dispuesto a entregar las ciudades a las franquicias de Podemos», porque su único objetivo es «impedir que gobierne el PP cuando gana las elecciones» y para ello «da igual con quien tenga que pactar, da igual el programa». Por ello, según el presidente del PPdeG, los que acudan a votar «deben saber que son los que van a poner a los alcaldes de Podemos, de las mareas». Y volvió a lanzar el órdago: estos votantes tienen la opción «de irse al centro, a un gobierno de todos» para evitar que se les imponga «una Galicia que no existe, una Galicia de las minorías». Porque, aunque las papeletas son variadas, «solo hay dos opciones: que gobiernen todos los que pierden o que gobiernen los que ganen» y por eso «más pronto que tarde habrá una ley que diga que al alcalde lo eligen directamente los vecinos». «En eso consiste la regeneración democrática y no en las tertulias de los sábados», remachó.

Pero Besteiro no mordió el anzuelo. Desde Barbadás dejó claro que con un PP que aplica de forma «radical e implacable» las políticas más duras de la derecha no hay nada que acordar. Es más el dirigente socialista no ocultó su irritación con los propósitos del PP y recordó los recortes practicados por los gobiernos de Rajoy y de Feijoo tanto en educación como en sanidad.

Desde Ferrol, Xavier Vence defendió al BNG como garantía «insubornable» de la ciudad naval y «para non ter que arrepentirnos o día 25 dos resultados inesperados». Por su parte, Ciudadanos reforzó su campaña en A Coruña con el desembarco del diputado catalán Carlos Carrizosa, quien apuntó que la política de pactos la decidirá la dirección nacional caso a caso y en base a los programas, informa Alberto Mahía.

Más de 82.300 nuevos electores en Galicia

Un total de 2.284.763 electores están llamados a las urnas el domingo en Galicia para elegir a sus representantes en las 314 corporaciones locales -una menos que en los comicios de hace cuatro años, tras la fusión de Oza y Cesuras-. De ellos, 82.362 podrán votar por primera vez en unas municipales, pues alcanzaron la mayoría de edad después del 22 de mayo del 2011, cuando se celebraron las anteriores elecciones locales, mientras que otros 9.868 son electores extranjeros residentes a la comunidad con derecho a voto.

El dispositivo electoral, que ayer detalló el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, movilizará a 9.600 empleados públicos, entre miembros de los diferentes cuerpos policiales (6.805) y representantes de la Administración (2.771), que velarán por el buen desarrollo del proceso en los 2.506 locales habilitados como puntos de votación.

Además, en la ciudad de A Coruña se experimentará con un nuevo sistema de gestión electrónica de las mesas electorales.