El Día das Letras Galegas reaviva la confrontación política por la lengua

d. sampedro, j. gómez SANTIAGO / LA VOZ

ELECCIONES 2016

Queremos Galego saca a la calle a miles de personas en defensa del idioma

18 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

En la ciudad de Antigua, al sur de Poniente, una alta Torre se yergue como recuerdo de su larga historia. Y aunque la torre manda, la sede del reino ha cambiado mil y una ocasiones. Actualmente, un trono sencillo, un sillón de despacho, es lo que se disputan cinco candidatos. Una silla confinada en el antiguo colegio de San Antonio, sede del gobierno desde el 2001. Pero no es la primera vez que el caballero de Antigua cambia de casa. La primera sala del consejo estaba en el barrio medieval. Pero se descartó. El gobierno de Antigua se mudó entonces al viejo hospital. Allí se decidieron los destinos del reino hasta que a mediados de los 90 se volvió inhabitable. Y en el 2001, los dirigentes de Antigua escogieron un antiguo colegio para hacer de él la sede de su gobierno. Y ahí sigue. ¿Por cuánto?

A la festividad de las Letras Galegas, uno de los días grandes de Galicia, casi le sentó peor cruzarse con la campaña electoral que caer en domingo, pues esa circunstancia dio pie a que los partidos reavivaran ayer la confrontación en torno a la política de normalización y se lanzaran unos a otros verdaderos puñales dialécticos, justo cuando las instituciones gallegas homenajeaban a Filgueira Valverde y la plataforma Queremos Galegos sacaba a miles de ciudadanos a la calle en ocho ciudades y villas para defender el idioma propio como «garantía de futuro».

La conmemoración sirvió de pretexto para que el presidente de la Xunta y líder del PPdeG, Alberto Núñez Feijoo, introdujera el debate sobre la lengua en la campaña electoral para marcar distancias con quienes intentan «apropiarse» del gallego o quieren hacer del idioma un «conflito», dijo, en clara alusión a las fuerzas de la oposición en el Parlamento. E insistió en que la apropiación y el conflicto «son os dous grandes pecados que minan os idiomas».

Desde Lugo respondía el socialista Gómez Besteiro, al cargar abiertamente contra «outra das pragas» que a su juicio trajo el PP a Galicia, que es la de la «dereita acomplexada que renuncia ao noso», a la lengua y a la cultura, y remarcó que con Fraga y con Touriño se invertía en normalizar el gallego tres veces más que ahora.

Marchas por el gallego

Los reproches también estuvieron presentes en las ocho manifestaciones convocadas por Queremos Galego, que fueron más concurridas en Vigo, con medio millar de personas, y en Santiago, donde marcharon unas 2.000 personas hasta la plaza de Praterías, donde el portavoz de la Mesa pola Normalización, Marcos Maceiras, señalaba que en estos momentos «o principal axente contrario ao galego é precisamente o Goberno da Xunta», pues «de costas á sociedade actuou contra a nosa lingua».

Durante la marcha compostelana y la de Vigo fueron coreadas consignas para solicitar más usos para la lengua autóctona. El portavoz del BNG, Xavier Vence, estuvo presente en la marcha que tuvo lugar en la ciudad olívica, donde puso de relieve que el futuro de Galicia «vai ligado á supervivencia da súa lingua cono sinal de identidade».