«A filosofía ten que estar viva»

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

EDUCACIÓN

Marta Carballo / Marco Gundín

Profesores, decano y estudiantes de la facultad de Filosofía intentan conseguir 2.500 firmas para que el Parlamento de Galicia debata una iniciativa popular que devolverá la materia a un lugar central en la enseñanza secundaria

24 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El primero en dar un paso al frente y coger el bolígrafo fue el decano, José Miguel Sagüillo. Le siguieron profesores y estudiantes, que tienen por delante un reto. El de conseguir 2.500 firmas. Las necesarias para que el Parlamento de Galicia debata una iniciativa legislativa popular que devolverá la filosofía a un lugar central en la enseñanza secundaria. La única facultad de Galicia que imparte el grado de Filosofía se ha implicado en la causa porque cree que es necesario, más allá de que la materia sea obligatoria en bachillerato, un debate en profundidad sobre la situación de la filosofía en el sistema educativo aprovechando las negociaciones del pacto educativo.

¿Qué es la filosofía? «Un medio de vida, pero fundamentalmente un medio para vivir mellor». Lo dice Sagüillo, que confiesa que la filosofía ha sido «determinante» en su vida. Tan determinante que ha hecho del decano «unha persoa atenta, serena, non necesariamente feliz, pero si serena».

La cuestión es por qué. ¿Por qué el ministro Wert decidió que la filosofía no era importante? «Pode que nun momento dado non tiveramos a presenza necesaria». El decano de Filosofía hace autocrítica sobre la situación de «excesiva optatividade» en la que quedó la asignatura tras la «desastrosa» ley Wert.

«Necesitamos cidadáns»

«Pode que os filósofos estiveramos nos despachos por moito tempo, e vai sendo hora de reaccionar e tomar a iniciativa». Hay también que actualizarla. «A filosofía ten que estar viva», dice el decano. No solo para que los graduados puedan obtener un trabajo, que también, sino además «para conseguir unha sociedade máis xusta». Lo primero que «necesitamos son cidadáns, e despois postos de traballo». Ciudadanos con espíritu crítico. Ciudadanos que sean capaces de razonar, de tomar decisiones, de entender la realidad ante desafíos importantes como la igualdad de sexo, la cultura para la paz y la sostenibilidad.