Miles de bachilleres se manifiestan contra la incertidumbre de la Lomce

S. C.

EDUCACIÓN

Moralejo / Paco Rodríguez / Martina Miser / P. Calveiro

Los convocantes cifran en un 95 % el seguimiento de la huelga en secundaria superior

27 oct 2016 . Actualizado a las 01:17 h.

«Estamos asustados porque no sabemos cómo va a ser la reválida». Así resumía el sentir del alumnado de bachillerato Francisco Fernández, portavoz del Sindicato de Estudiantes en Ferrol. La masiva huelga de este miércoles, que superó el 95 % en la última etapa del instituto, según los convocantes, fue la manera en que los jóvenes gallegos lanzaron un no rotundo a la incertidumbre de la Lomce, una ley que les afecta de lleno y todavía tiene sin concretar el aspecto más importante para ellos: el examen de acceso a la universidad.

El paro organizado para ayer a nivel de toda España por el Sindicato de Estudiantes con el apoyo de las AMPA de los centros públicos (Ceapa) fue muy homogéneo en Galicia: en los dos primeros cursos de ESO faltaron entre el 20 y 50 % del alumnado -tienen que contar con permiso familiar- y más del 90 % en el resto. Javier Sánchez, presidente de Anpas Galegas, asociación que apoyaba al Sindicato de Estudiantes en secundaria, puso como ejemplo el IES Sofía Casanova de Ferrol: acudieron 4 alumnos de 3.º y 4.º de ESO y 1.º y 2.º de bachillerato, y eso que en ESO hay cuatro clases por curso.

En primaria, que también estaba llamada a la huelga por la Ceapa, la contestación fue muy alta, según Helena Gómez Vecino, presidenta del colectivo (Confapa-Ceapa Galicia), del «70 % de media, o que é moi destacable porque sabemos que é difícil para as familias ter aos rapaces na casa un día lectivo».

Un repaso a la situación según las zonas incide en lo anterior: en Ourense, el paro en los cursos superiores de ESO, bachillerato y FP tuvo un seguimiento mínimo del 95 %; en primaria osciló del 82 % en A Ponte al 0 % en Barbadás o Verín. En la Costa da Morte, del 85 % de secundaria se pasó a la total normalidad en primaria. Lo mismo ocurrió en Deza: 95 % en los institutos y asistencia masiva en los colegios, con casos puntuales de protestas, como la del CEIP de O Foxo, adonde fueron 18 de los de los 101 alumnos de infantil. En O Salnés el 46 % de huelga en primaria s convirtió en un 80 % en secundaria, según datos de los propios centros, en la misma tónica que Pontevedra (80 % en institutos, 30 % en primaria). Barbanza sí estuvo muy movilizada, con un 100 % de huelga en los institutos y hasta un 40 % en los concertados.

Como complemento de la huelga, jóvenes y familias acudieron a manifestaciones. Por la mañana, Santiago, donde las aulas de secundaria estaban vacías, acogió una de las principales, que llevaba en su frente una pancarta con «Fóra as reválidas franquistas» como lema. Junto al Sindicato de Estudiantes se manifestaron Confapa-Galicia, CC. OO. Ensino, FETE-UGT, la Plataforma Galega en Defensa do Ensino Público y políticos como Luis Villares (En Marea)o Xoaquín Fernández Leiceaga (PSdG). Allí insistieron que los propios profesores «están totalmente desorientados sobre el temario que va a entrar» y animaban a los viandantes a sumarse a la marcha con el clásico «non nos mires, únete».

También hubo una marcha multitudinaria en Vigo, con 2.000 personas, que obligó a cortar el túnel de Gran Vía en sentido al centro. El grupo, en el que predominaban los estudiantes, también estaba formado por padres y profesores. Ya por la tarde, menos de mil personas se reunieron en el centro para participar en el entierro de la Lomce: vestían de negro y portaban un ataúd.

Finalmente, también en A Coruña hubo una marcha con cientos de jóvenes que cortó el centro desde la Palloza a la plaza de Ourense. Aunque en esta ciudad el seguimiento del paro en primaria no fue muy alto (50 %), en secundaria sí concitó miles de apoyos (98 %).

«Éxito arrollador»

A nivel estatal, Ana García, secretaria general del Sindicato de Estudiantes, y José Luis Pazos, secretario general de Ceapa, calificaron la huelga de «éxito arrollador» y aseguraron que fue seguida por el 90 % de estudiantes de tercero de ESO en adelante y el 60 % en primaria.

Información realizada con la colaboración de las delegaciones de La Voz.

Las promesas de Rajoy no llegan: los críticos quieren derogar la ley, no paralizarla

Rajoy anunció en la tarde de ayer una batería de reformas para garantizarse el apoyo de Ciudadanos y el PSOE en la legislatura, entre ellas un pacto para la educación y se refirió al acuerdo con Ciudadanos que, en su punto 78.º incluía la paralización de la Lomce. Eso supondría suponer que no habrá reválida de 4.º de ESO este año y que la selectividad sigue como hasta ahora.

En el colectivo de la educación sí se da por seguro que, en cualquier caso, la prueba final de ESO no será nunca académica (la Lomce ya lo contempla para este primer año) es decir, no obligará a nadie a repetir.

Sin embargo, los colectivos que se enfrentan al Gobierno por esta ley educativa que no contó con el apoyo del sector, ya explican que estas promesas no son suficientes. Las protestas no buscan paralizar la ley, quieren derogarla.

Ceapa anunciaba ayer mismo que da cuatro meses al Gobierno para rectificar y echar abajo la ley porque si no lo hace así convocará otra huelga como la de ayer en febrero.

Religión en el centro del debate

¿Por qué ese empecinamiento en exigir la retirada de la Lomce (que es una reforma de la LOE)? Javier Sánchez, de Anpas Galegas, lo explica: «A lei vai máis aló das reválidas, que xa parece que non serán tal. Porque paralizala supón que o que non son as reválidas va seguir funcionando, e iso é materia de Relixión como unha máis, cunha nota que conta; ou os consellos escolares que son consultivos e onde os pais non teñen nada que votar á hora de elixir director do centro ao que van seus fillos; e seguirán concertando con colexios que segregan aos rapaces polo sexo; e decide o currículo das materias, invadindo competencias».