«Si las matemáticas son odiadas en todo el mundo es porque son difíciles»

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

EDUCACIÓN

Nacho L. Tella

Reconoce que hay problemas para comunicarlas y que «la mayoría de los profesores no están bien preparados»

04 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Cédric Villani (Brive-la-Gaillarde, 1973) fue elegido representante de la Unión de Estudiantes en la École Normale Superieure. Ya llevaba el traje de tres piezas que lo ha convertido en un icono. Ese cargo estudiantil «fue casi el final de mi carrera científica. Me gustaba tanto que durante seis meses no hice nada de matemáticas». Por suerte, un profesor «me devolvió a la ciencia». Y menos mal que lo hizo. Porque en el año 2010 ganó la Medalla Fields, considerada el Nobel de matemáticas y hoy, además de continuar con esa carrera que a punto estuvo de truncarse, se dedica a la divulgación científica. Estos días ha estado en Santiago gracias al programa ConCiencia. Lo único que no explicó es el por qué de la araña que siempre lleva en la solapa.

-En su web tiene un apartado para matemáticos y otro para todo el mundo. ¿Es que las matemáticas no son para todo el mundo?

-Las matemáticas son para todo el mundo pero, dependiendo de con quien hables, usas diferentes palabras y diferentes estándares. La forma de contarlo es distinta para los matemáticos y para el resto del mundo.

-¿Las odiamos porque no se comunican bien?

-Hay problemas de comunicación pero no solo es cuestión de comunicación. Si las matemáticas son odiadas a lo largo de todo el mundo es porque son difíciles, tenemos que afrontarlo. Es fácil comunicar los aspectos generales de las matemáticas, la historia, su lugar en la cultura. Pero comunicar la matemática tal y como es, eso es lo complicado. Sin embargo, explicar los aspectos culturales de las matemáticas puede motivar a la gente para que hagan el esfuerzo de entender lo que hay detrás.

-Su trabajo matemático roza con la física, con la economía... Si las matemáticas lo explican todo, ¿por qué llegar a ser tan difíciles?

-Los franceses siempre ponemos las matemáticas en el centro de todo. Es curioso como las matemáticas, siendo el máximo exponente de lo abstracto, se pueden aplicar a todo. Es muy difícil enseñar bien matemáticas y lo más difícil es enseñar el razonamiento lógico. Nuestro proceso natural es hacer analogías y generalizaciones. La deducción es mucho más difícil.

-¿Se enseñan bien las matemáticas?

-Para mi gusto no muy bien. Pero no culpo a los profesores, porque hay pocas horas y es difícil encontrar gente motivada para enseñar matemáticas. Algunos profesores son muy buenos, pero la mayoría no están convenientemente preparados y muchos no son capaces de contestar para qué sirve lo que están enseñando a sus alumnos.

-Ha resuelto varios problemas matemáticos de calado. ¿Qué se siente en ese momento?

-Lo primero es la explosión de alegría, pero luego siempre hay una duda: lo he completado pero ¿y si hay un resquicio? Estoy muy orgulloso de haber resuelto el teorema de Landau, pero no fue hasta dos años después de ganar la Medalla Fields que estuve seguro al 100 % de que estaba en lo cierto. Estaba casi seguro, pero no lo confirmé hasta que alguien llegó a la misma conclusión desde una aproximación diferente. Una señal de que estás haciendo buena ciencia es que atrae a un montón de personas que se ponen a trabajar en lo mismo. Hay una gran diferencia entre el mundo de la literatura, por ejemplo, y el de la ciencia. Si escribes una buena novela, permanece así para siempre. En cambio, con la buena ciencia la gente llegará y lo modificará todo.