El inamovible mapa de la FP en O Salnés

Rosa Estévez
Rosa Estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

EDUCACIÓN

martina miser

La oferta de ciclos formativos que se impartirán el próximo curso en la comarca no incluye casi novedades, pese a que la comunidad educativa reclama un mayor ajuste a la realidad económica

26 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Para que a FP trunfe, a formación ten que estar moi entroncada no tecido produtivo da zona, ou ten que ser tan específica e de tanta calidade que faga do centro un referente». Roberto Barral, el director del Instituto de Valga, tiene claro que el mapa de los ciclos formativos debe dibujarse atendiendo a la realidad de la zona sobre la que se va a trabajar. No es de extrañar que tenga la lección tan aprendida. Barral dirige un centro con una oferta que nació de un diálogo directo entre la comunidad educativa, el empresariado local y las administraciones públicas. El ciclo de soldadura y calderería por un lado, y el de construcciones metálicas por el otro, siguen siendo un éxito seguro, tanto en matrícula como en porcentaje de alumnos que logran acceder a un puesto de trabajo al rematar los estudios.

Pero, en la mayoría de los casos, el mapa de la FP no se diseñó teniendo en cuenta la realidad económica del territorio sobre el que se levantan los institutos. Lo reconocen en muchos centros, donde arrastran ciclos formativos repetidos hasta la saciedad por todo el territorio gallego, y que ni despiertan el entusiasmo de los estudiantes, ni preparan a trabajadores demandados por las empresas. Son ciclos que, muchas veces, «se mantienen porque tienen talleres que habría que mover, e implantar otros supondría crear unas nuevas instalaciones, y todo eso cuesta dinero», razonan desde algunos institutos, en los que reina una suerte de resignación. «No se entiende que en una comarca como esta, por ejemplo, no exista ningún ciclo relacionado con la hostelería», se eleva una voz desde O Grove. Y encuentra eco en la Mancomunidade do Salnés. Gonzalo Durán, el presidente de este organismo, tiene claro que el mapa comarcal de la FP es un desastre. «El mercado, la realidad económica, se mueve mucho. Y el mapa formativo tiene que ser flexible, dinámico, actualizarse periódicamente, no podemos pasar veinte años con los mismos ciclos, no tiene lógica».

¿Qué es más caro?

Es caro, se le apunta. «Es caro, pero más caro es formar a gente que encadena un ciclo detrás de otro porque no consigue trabajo. Eso sí que es caro, formar a la gente en tres cosas distintas que al final no le van a servir de nada», razona el que también es regidor de Vilanova.

No muy lejos de ese municipio, en Cambados, se sustancia una de las paradojas del mapa de la formación profesional en Galicia. En el IES Cabanillas se han quedado con la boca abierta al comprobar que la Xunta ha concedido a Ribadavia el Ciclo Superior de Vitivinicultura que tantas veces se reclamó desde aquí. Se les dijo, una vez tras otra, que esa formación ya se impartía en A Granxa (Ponteareas) y que sobraban plazas. Este año, Cambados no reclamó esa titulación, y de repente esta aparece en Ourense, en un centro en el que al ciclo medio Aceite y Vinos apenas le salen novias. En el Cabanillas, ese mismo curso se completa cada año. «Y tenemos alumnos que nos comentan que si hubiese el superior lo harían, pero que no pueden ir hasta A Granxa para hacerlo». Otra de las paradojas que se esconden en el mapa formativo la encontramos en el Igafa, donde este año no se ofertan nuevas plazas en el ciclo de buceo. Los recortes hicieron que esta formación, demandada por los estudiantes y generadora de puestos de trabajo seguros, se haya convertido en un ciclo bianual, y este año no toca incorporar nuevos alumnos.

Un somero repaso por la oferta de ciclos que se impartirán el próximo año nos obliga a hacer una parada en el Cotarelo Valledor (Vilaxoán), donde encontramos la única novedad con respecto al pasado año: se impartirá un nuevo ciclo medio de «sistemas microinformáticos y redes» que desde el centro confían en que «resultará muy apetitoso» para los estudiantes.