La mala salud visual está detrás de uno de cada tres casos de fracaso escolar

Nacho Blanco REDACCIÓN / LA VOZ

EDUCACIÓN

MARCOS CREO

Los ópticos animan a padres y profesores a detectar anomalías en la visión de los niños

01 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Uno de cada tres casos de fracaso escolar está ligado a una mala visión, y además el 50 % de los niños que debería usar equipamientos ópticos no lo hacen por desconocimiento de los padres.

Para prevenir problemas futuros, la asociación Visión y Vida ha puesto en marcha hasta el 31 de mayo, Ver para aprender, una campaña nacional, la primera de tal magnitud, para testar la visión de los niños. Más de 500 municipios, entre ellos 34 gallegos, participan -apoyados por centros escolares, autoridades locales y autonómicas- en una evaluación global de la salud ocular de los menores. Los ojos son unos órganos vitales, cuyas deficiencias, si se atajan a una edad temprana, tiene solución. Para ello, dicen los especialistas, hay que implicar a padres, alumnos y colegios.

Primer test a nivel nacional

Los niños no pueden permitirse fracasar en la educación por una deficiente salud visual. Así, Ver para aprender realiza en toda España y de manera gratuita una serie de pruebas en colegios y centros de salud en niños de 6 a 12 años. El trabajo de los ópticos consiste en un screening visual que determinará si el alumno presenta un problema en su visión. Si el profesional detecta alguna anormalidad recomendará a los padres un examen más completo. Todos los datos recogidos servirán para elaborar el primer estudio nacional sobre la salud visual infantil.

¿Cuáles son los síntomas más claros de que un niño ve mal? La propia campaña distribuyó en algunos colegios un póster con 22 signos de alarma. Entre los más significativos está la costumbre de cerrar un ojo o tapárselo; ladear la cabeza cuando ve la televisión; acercarse mucho al texto para leer; frotarse los ojos; bizquear; cambiar sílabas o letras; escribir sin espacios y con letra irregular y torcida; fotofobia; dolores de cabeza; seguir con el dedo la línea de texto; problemas de equilibrio y coordinación; entrecerrar los ojos para ver de lejos; perder la atención...

De todos modos, la salud visual de los gallegos no es mala, según la óptica Carmen Areal, de Vigo, -que colabora además en la Asociación Gallega contra el Glaucoma-, aunque falla en prevención. «Los padres se preocupan cada vez más por la salud ocular de sus hijos, y los pediatras se están poniendo las pilas al respecto», asegura Areal.

«Las nuevas tecnologías pueden sobrecargar el ojo infantil»

Posiblemente «son menos niños de los que debieran acudir a revisión», comenta Miriam Pardo, profesional de Óptica 2000 de A Coruña. Por eso considera la campaña Ver para aprender fundamental para la prevención. Si existe un problema en la vista de los niños y no se soluciona, «la recuperación puede llegar a ser muy difícil», sostiene la especialista. Cada vez son más niños los que usan lentes, algo que antes se ridiculizaba, dice Pardo, que considera la ambliopía, más conocida como ojo vago, el problema más común detectado en los pacientes infantiles. Y con la irrupción de las nuevas tecnologías los ópticos han percibido un incremento de deficiencias visuales. El uso continuado de tabletas, ordenadores, móviles y otros dispositivos tecnológicos pueden producir en el ojo infantil «problemas de sobrecarga, al realizar la vista un mayor esfuerzo y estar tanto tiempo con los ojos ante una pantalla», asegura Pardo. Además, su desmesurada exposición «puede producir miopía». Y la luz que emiten, la llamada luz azul, «supone un sobreesfuerzo para el ojo humano, sea infantil o no», concluye Pardo.