«Las universidades, en regulación del plagio, van terriblemente retrasadas»

Tamara Montero
Tamara Montero REDACCIÓN / LA VOZ

EDUCACIÓN

Cree que alumnos y profesores deberían tener clara la gravedad y las consecuencias de copiar

09 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El grupo de investigación de Jaume Sureda, catedrático y director departamento de Pedagogía Aplicada y Psicología de la Educación de la Universitat de les Illes Balears, ha desarrollado una línea sobre plagio académico que ha revelado que copiar es una práctica muy extendida entre los universitarios españoles.

-Parece que el plagio en las aulas es habitual.

-Yo creo que es una práctica muy habitual, pero no hay que perder de vista que no es algo novedoso. Lo que sí es novedosa es la facilidad para al plagio a partir del desarrollo de las nuevas tecnologías, que ha supuesto un impulso importantísimo, hasta el punto de que poner límites a esta situación es un importante reto para la comunidad universitaria.

-¿La facilidad hace que se incremente esta práctica?

-Es que hay portales específicos dedicados a poner en las manos de los estudiantes trabajos realizados por otros. Hay que tener en cuenta lo que ha pasado en otros países, sobre todo en el entorno anglosajón, donde ya hay estrategias para superar estos elementos de detección: las fábricas de trabajos, el siguiente eslabón. En todo caso, soy de la opinión que poner en marcha estrategias de detección, como las universidades gallegas, está muy bien, pero eso tiene que acompañarse de estrategias de prevención, formativas e informativas.

-¿Cuáles?

-Es importante que el alumnado tenga un conocimiento claro de lo que significa el plagio, porque hay un importante porcentaje de plagio involuntario porque no se sabe que hay que citar y no se sabe cómo citar. Pero aunque haya estrategias de prevención siempre habrá quien de forma voluntaria copie.

-¿Hay una normativa?

-La práctica totalidad de universidades españolas, en el aspecto de la regulación, van terriblemente retrasadas. El tema del plagio en las universidades españolas está poco regulado. Un profesor se encuentra con que un alumno ha plagiado y según en que universidad se puede encontrar con problemas para reprimir la situación. Los reglamentos no son muy claros, la regulación del plagio académico en España es muy frágil, necesita trabajarse con muchísima más profundidad.

-Pero los centros no tienen potestad sancionadora.

-Es que no hay potestad sancionadora, pero todas las universidades deberíamos tener muy claro que es una falta leve, como un plagio involuntario, y deberíamos saber también cuáles son las consecuencias. El alumno tiene que saber que comprar un trabajo, presentarlo y que el profesor se entere puede suponer la expulsión de la universidad o suspender el curso. Tiene que ser un contrato claro, clarísimo, y no lo tenemos. La situación es bastante dramática.

-Y la norma sancionadora, de 1954, tampoco es clara.

-Terriblemente volátil. Y luego lo consultas con juristas y dicen que la universidad no tiene capacidad sancionara. Entonces qué hacemos, ¿cuándo detectamos un plagio vamos al juzgado? La estrategia normativa reguladora está muy poco desarrollada y tenemos una necesidad urgente de desarrollarla. Los profesores y los alumnos deberíamos tener muy claro cuáles son las reglas del juego.

«Los profesores podemos ser fuente de plagios, tenemos que hacer autocrítica»

El grupo de Sureda también ha investigado sobre el plagio en secundaria.

-¿Copian más en el instituto?

-Los resultados son muy parecidos. Lo que está claro es que copiar es un aprendizaje y se aprende en el entorno académico. Hay que iniciar cuanto antes mejor las estrategias de lucha contra este fenómeno y es importantísimo que en secundaria empiecen las actividades formativas: formar e informar sobre lo que significa este fenómeno y acentuar la perspectiva ética de estos entornos educativos.

-¿Los motivos son distintos?

-No creo que haya motivaciones diferentes, siempre según los alumnos, porque las causas son diferentes según alumnos y profesores.

-Los estudiantes hablan de agobio y desmotivación.

-Bueno eso puede ser una gran excusa, porque ¿donde pones el indicador de algo de interés o no? Pero es cierto que son causas que los alumnos ponen sobre la mesa y los profesores tenemos que tomar conciencia de que podemos ser fuentes de plagio. Si la relación con el alumnado es pobre, si nuestras capacidades didácticas son pobres, si no proponemos trabajos de interés está claro que contribuimos a que el alumno siga en este camino. Tenemos que hacer autocrítica el profesorado, sin ninguna duda.