Del préstamo universal al fondo parcial, pasando por ayudas directas

EDUCACIÓN

Hace ya décadas que numerosas voces piden que si la educación obligatoria es gratuita, lo sean también herramientas imprescindibles para llevarla a cabo, como son los libros de texto

01 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace ya décadas que numerosas voces piden que si la educación obligatoria es gratuita, lo sean también herramientas imprescindibles para llevarla a cabo, como son los libros de texto. En torno a esta necesidad surge el debate de si deben serlo para todos los estudiantes, o solo para los que tengan menor capacidad económica. El primer avance en este sentido lo hizo el Gobierno de Manuel Fraga, cuando implantó un préstamo universal -para todo el alumnado- en sexto de primaria, y un año después en segundo de la ESO. Cuando el bipartito llegó a la Xunta en el 2005 se extendió a toda la enseñanza obligatoria, por lo que todos los estudiantes desde primero de primaria a cuarto de secundaria tenían los libros gratis mediante un modelo de préstamo. Al ganar el PP las elecciones en el 2009 se implantó otro modelo, el de ayudas directas para que los alumnos con menos ingresos tuviesen libros en propiedad, pero este curso volvió a modificarse el sistema para retomar el préstamo, aunque solo entre los escolares con menos ingresos.

Lo cierto es que en época de crisis la gratuidad universal suponía un desembolso importante, pero el préstamo durante un período de cuatro años amortizaba el gasto inicial de los manuales. En España solo Navarra y Andalucía mantienen el modelo de ceder los libros a todo el alumnado, y el resto oscilan entre sistemas mixtos o becas directas. Habrá que ver qué modelo es más eficiente.