Un colegio de Narón niega la escolarización conjunta a dos mellizos de tres años

carmela López | L. G. V. FERROL / LA VOZ

EDUCACIÓN

CÉSAR TOIMIL

Los padres insisten en que no hay razón de peso que justifique la separación de sus hijos a una edad tan temprana

05 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El CEIP A Solaina, de Narón, comunicó oficialmente ayer a los padres de dos mellizos de tres años, un niño y una niña, la negativa a su petición de que fuesen escolarizados en la misma aula. La dirección del centro fundamenta su decisión en la normativa existente y en criterios pedagógicos vigentes en el centro, que fueron aprobados por el claustro de profesores.

La petición de los padres fue analizada esta misma semana por el Consello Escolar, que ha concluido que «o agrupamento do alumando matriculado no centro ríxese pola normativa vixente nesta materia, có engadido de que o funcionamento e criterios pedagóxicos vixentes no noso centro, aprobados polo claustro, establecen asinar aulas diferentes a aqueles alumnos xemelgos, mellizos ou con vínculos de sangue ou similares».

La noticia no fue bien acogida por los padres, que ya tienen preparados escritos al respecto, que remitirán a la Jefatura Provincial de la Consellería de Educación y al Valedor do Pobo.

Los progenitores se preguntan si esos «criterios pedagóxicos» argumentados por el colegio fueron aprobados ahora y, por lo tanto, se les van a aplicar a sus hijos mellizos con carácter retroactivo, y en qué normativa vigente se sustentan, cuando entienden que no existe ninguna sobre la materia. Insisten en saber las razones por las que cuando en marzo formalizaron la preinscripción y, posteriormente, al matricularlos, se dejó a su criterio que los niños estuvieran juntos o separados y ahora, a menos de una semana del inicio de las clases, se decide ponerlos en aulas diferentes.

Experiencia positiva

Los padres argumentan su postura en su positiva experiencia familiar y de amigos con hijos gemelos o mellizos, así como en el hecho de que hay estudios que recomiendan la escolarización conjunta, añadiendo que, si bien también los hay en contra, ninguno prevalece sobre el otro. De ahí que, a su modo de ver, tengan que ser los padres los que decidan, algo que en este caso se les brindó inicialmente y luego se les negó. A modo de ejemplo, señalan la circunstancia de que varios colegios de la comunidad de Madrid que tenían establecida la norma de que los mellizos estuviesen en aulas separadas, en los últimos años se ha cambiado el criterio, para dejarlo a opción de los padres.

Para esta familia naronesa, la decisión adoptada por el colegio podría incluso vulnerar el derecho a la igualdad, dado que la Constitución española establece que no puede prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento. «En nuestro caso es por razón de nacimiento por la que separan a niños que han nacido el mismo día y año y que son hermanos», dicen y dejan en el aire unas preguntas: «¿cuál sería el criterio si fueran trillizos? ¿se crearía una tercera aula para dar cumplimiento al reglamento interno o serían rechazados?».

«No porque compartan clase tiene que dominar uno sobre el otro»

«No hay investigaciones que dejen claro que es mejor una opción que otra. Hay que analizar cada caso como único». Lo afirma Carmen Pomar, profesora de Psicoloxía Evolutiva e da Educación en la USC. Para Pomar es importante establecer pautas específicas y no una norma general para los mellizos que estén iniciando la etapa escolar: «Desconozco por qué existe este protocolo en el centro, pero lo que hay que tener en cuenta no es que sean solo mellizos, sino la edad de los niños y el contexto familiar en el que se encuentran».

- ¿Por qué se puede querer separar a dos mellizos de clase?

-Normalmente se alega una tendencia a la dominancia de uno de los hermanos sobre el otro, así como el hecho de que no se crean una identidad propia, sino que tienden a centrarse el uno en el otro.

-¿En qué proporción se dan estas situaciones cuando los mellizos comparten aula?

-No es una cuestión tanto escolar como familiar. Es decir, los hábitos que rijan el hogar son mucho más relevantes ya que es donde los hermanos pasan más tiempo juntos. Hay casos de dominancia entre mellizos que no están en la misma clase y otros que comparten aula y se enriquecen el uno al otro al estar juntos.

-Ante este tipo de conflictos, ¿quién debe tener la última palabra, el colegio o los padres?

-Cuando se produce un conflicto entre las dos partes, como ha ocurrido en Narón, lo mejor es que un tercero ejerza de árbitro y tome la decisión para que siempre salga reforzado el bienestar de los niños. En cualquier caso, hay que respetar la opinión de los padres, pero a veces estos pierden la perspectiva y quieren conseguir la razón por el argumento que ofrecen, olvidándose del motivo que les ha llevado hasta ahí, en este caso, el bienestar de los niños.

-Ha comentado la importancia de analizar cada caso como único. Sin embargo, desde el centro basan su decisión en una «normativa ya existente».

-Siempre tendemos a uniformizar los casos y crear normas genéricas, lo que, desde mi punto de vista es un error. Desconozco exactamente a qué normativa hace alusión este centro pero hay que trabajar con casos particulares porque no sabes como puede resultar tomar una decisión u otra sin un análisis previo de los niños.